Las claves de los anuncios de Zapatero

- Reforma laboral. Zapatero coge con varios meses de retraso la teoría que sacó a debate por primera vez «The Economist»: el mercado de trabajo español es dual, con trabajadores a los que es muy caro despedir y otros cuyo coste del despido es cero. Evitar esto fue una de sus propuestas, aunque hay que recordar que el propio presidente es contrario a la creación de un nuevo contrato de trabajo con menos indemnización por despido.

- Reforma de las pensiones. Por lo que se desprende de las palabras del presidente, el Gobierno no ha dado marcha atrás en la propuesta de retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años y busca que esta propuesta se discuta en el Pacto de Toledo.

- Sistema financiero. Pese a que parece ahora hablarse más de otras cosas, la falta de crédito está en el origen de la crisis y siguen manteniéndose casi igual que cuando empezó. El presidente se ha limitado en este aspecto a loar la actividad de un ICO que no tiene capacidad para dinamizar la economía entera. Respecto al sector bancario privado no ha dicho una sola palabra, y sí ha asegurado que las cajas de ahorros deberán ajustarse antes de finales de junio.

- Educación. Para uno de los puntos esenciales a largo plazo, Zapatero parece haber delegado en el ministro Ángel Gabilondo la búsqueda de consensos. La moderación del catedrático y ex rector de la Universidad Autónoma de Madrid parece ser un garante de que se llegará a un acuerdo. - Lucha contra el fraude y la economía sumergida. Uno de los puntos que más ha concretado el presidente ha sido el referido a la lucha contra el fraude y la economía sumergida, que en España es mucho mayor que en el resto de Europa y sirve para explicar en parte nuestras elevadas tasas de paro. Zapatero ha asegurado que el 5 de marzo presentará un plan para luchar contra esta lacra.

- Ajuste de la administración. Después de años de aumento descontrolado del gasto, ahora toca apretarse el cinturón y Zapatero ha dejado para el 31 de marzo la presentación de un plan para «racionalizar» la actividad de la administración pública. El presidente está convencido de que el recorte del déficit estatal puede llegar al 5,7% del PIB.

- Comisión con Salgado, Blanco y Sebastián. «Los ministros más implicados en las reformas», según el propio presidente, dirigirán una comisión que buscará encontrar en dos meses un acuerdo en cuatro puntos que el presidente considera esenciales, pero que ha comentado de forma rápida y sin concretar: «medidas para mejorar la competitividad de la economía española y fomentar la creación empleo; política industrial para impulsar la renovación del modelo productivo; cumplimiento del plan de consolidación fiscal para asegurar la reducción del déficit público y la reforma del sistema financiero en cuanto al acceso al crédito». Un arduo trabajo, por tanto, el que les queda por delante a los ministros.