Las casas inteligentes que permiten ahorrar hasta un 30% en las facturas de energía

La casa inteligente es sinónimo de seguridad, confort, eficiencia energética y gestión de la energía. Y algo que a veces se olvida, ahorro económico . «Lo primero que hace la domótica es facilitarte la vida pero se plantea para que tu casa te pueda dar dinero», señala Guzmán Navarro , director del Máster en Domótica de la Universidad de Málaga (UMA). Las «smart home» son hogares que disponen de domótica, es decir, que sus sistemas automatizados están integrados . «Es la tecnología que asusta pero todo el mundo quiere. Y hoy sabemos que es necesario tenerla uniendo el concepto de domótica al de eficiencia energética», puntualiza.

Este control inteligente de viviendas es una tecnología cuyo uso y aplicación va al alza. De acuerdo con los datos más recientes del estudio de mercado que la Asociación Española de Domótica e Inmótica (Cedom) el volumen de facturación de los fabricantes de sistemas de control y automatización de viviendas y edificios en 2018 ascendió a 79 millones de euros , un 40% más que el año anterior.

Las funciones más demandadas son las relacionadas con la gestión de la energía (control de la climatización, ventilación, iluminación, monitorización de consumo), seguidas a distancia por las que tienen que ver con el confort . En tercer lugar, se agrupan las funciones relacionadas con alarmas técnicas, controles de accesos y seguridad . «Se observa que los sistemas que integran todas las funciones van ganado peso en el mercado, siendo que muchos de ellos son modulares o escalables», indica Jordi Sabaté , secretario técnico de Cedom.

La domótica es una tecnología transparente y adaptable a la estética de cualquier edificio, y que aporta múltiples beneficios. Entre ellos, permite un uso eficiente de la energía consiguiendo ahorros anuales en la factura energética de hasta un 30% ; aporta seguridad tanto preventiva, a través de la simulación de presencia, como de actuación, a través de alarmas conectadas con centrales remotas; el sistema puede controlarse tanto local como remotamente y facilita el mantenimiento detectando las averías de forma inmediata. «Con la incorporación de un sistema de monitorización de consumos, el usuario puede tomar consciencia del consumo energético y modificar los hábitos para reducir el gasto », apunta el secretario técnico de Cedom. Los servicios pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas que pueden ser controladas desde el propio hogar o desde fuera.

Con el confinamiento pasamos más tiempo en casa, algo que se notó en nuestra factura de la luz, calefacción y refrigeración. «Por ello, muchas familias han optado por implementar sistemas de control y automatización de viviendas que, en muchos casos, no requieren de grandes obras », subraya Jordi Sabaté. Según apunta el profesor Guzmán Navarro, « hoy en día es más barato montar domótica que no hacerlo , ahorras en materiales y mano de obra. Es una pena que no se traslade esto al usuario pero acabará siendo algo estándar». Dirige también el Instituto de Domótica y Eficiencia Energética, y en él están llevando varias líneas de investigación para instalaciones de bajo coste «porque esto no es solo para los ricos ». Se lamenta que los arquitectos no tengan formación en Domótica aunque en su universidad han logrado que sea una asignatura para todas las Ingenierías.

Eduardo Suller , director del Máster en Arquitectura Inteligente de la UCAM, cree también necesario dar un giro al hablar de domótica, «dejar de servir a las casas de lujo y desarrollar soluciones para lo que se necesita». Cree que todavía hay mucho camino por recorrer en el campo de la domótica empezando por tener «profesores formados y centros con espacios para hacer prácticas. Hace falta una revisión, y es una temática muy amplia que debe ser bien estudiada».

Acostumbra decir a los jóvenes arquitectos cuando diseñan las casas que «el conocimiento técnico es muy importante pero muchas veces le hace falta el cerebro». Falta todavía un cambio de cultura . «Los promotores venden casas con acabado de lujo pero instalaciones básicas. Por otro lado, el cliente exige que el coche tenga incorporado todos los sistemas automatizados y no nos extraña comprar una casa donde se suba la persiana con la mano. Hay mucho camino por delante», reflexiona Suller. Confía que con el tiempo la domótica permita mejorar el confort de los mayores en su casa. « La pandemia nos ha permitido ver la brecha digital existente . Se está trabajando para que los mayores puedan beneficiarse de la telemedicina o de la videollamada por televisión. La domótica puede ayudarles a mejorar su vida», puntualiza.

Los expertos apuntan que el gran saldo adelante para las casas conectadas llegará con la tecnología de voz , cada vez más implementada en nuestras vidas a través de distintos dispositivos. «Esta tecnología es el interfaz más natural para el ser humano», resalta Nacho de Pinedo , CEO del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI) desde el que se ha impulsado un estudio sobre su uso en España.

Los resultados apuntan a que el 54% de la población ya usa la tecnología de voz, aunque de momento el uso más habitual es «escuchar música, oír la radio y buscar información» . La penetración de los altavoces inteligentes aún se limita al 15%. El informe subraya la oportunidad de crecimiento que tiene este mercado, pero reclama una propuesta de valor en torno a esta tecnología.

Tal y como señala Nacho de Pinedo, «las lógicas de la voz son diferentes a las lógicas del teclado o la pantalla, se genera un algoritmo diferente». Por eso cree que tanto empresas como consumidores «debemos entender cómo funcionan para estar presentes y no quedarnos fuera». Cree que aparecerán nuevos dispositivos tecnológicos como Alexa y que lo normal será «centralizar todo en la tecnología del móvil».