Las bodegas sacan las uñas ante su exclusión de las ayudas directas
El cierre de la hostelería y la sequía de turismo llevan al límite al sector: las principales denominaciones de origen cerraron 2020 con caídas de ventas

La pandemia hace mella en el sector vinícola, un año después de que el Covid irrumpiera en nuestras vidas. A las restricciones que limitan la actividad de la hostelería se suma la caída del turismo internacional y, ahora, la exclusión del decreto de ayudas ... directas de 7.000 millones de euros aprobado por el Gobierno y refrendado esta pasada semana en el Congreso. Una situación que ha levantado la indignación de bodegueros, viticultores y denominaciones de origen. La Conferencia Española de Consejos de Reguladores Vitivinícolas (Cecrv) envió una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en nombre de las 53 denominaciones de origen españolas en la que mostraban «la sorpresa, el malestar y la incomprensión» por esta decisión. En opinión de la Cecrv, «multitud de bodegas, sobre todo pequeñas y medianas», cumplen con las condiciones del Gobierno para percibir las ayudas: la caída de la facturación del 30% en 2020 y no haber registrado pérdidas en 2019. Desde las denominaciones de origen argumentan que estas ayudas son necesarias «para satisfacer deuda y realizar pagos a proveedores y otros acreedores , así como para afrontar costes fijos».
Con independencia de cuándo se abra la ventanilla en el Ministerio de Asuntos Económicos para bodegueros y viticultores, la actividad vitivinícola se enfrenta por el Covid a un auténtico test de estrés: el año pasado se exportaron 2.616,1 millones de euros (2.012 millones de litros), un 3,6% menos en valor y un 6% menos en volumen respecto a 2019. En concreto, en términos absolutos, se dejaron de exportar 126,8 millones de litros y de facturar unos 96,7 millones de euros en el último ejercicio en comparación con 2019.
Pero el verdadero drama reside en el mercado español : desde la Federación Española del Vino (FEV), su director general, José Luis Benítez, explica que «la comercialización del vino en España durante 2020 cayó el 18% , mientras que en el exterior fue del 6%». Benítez añade que, según los datos que manejan de la consultora Nielsen, el desplome de las ventas en el canal horeca nacional alcanza el 50%. Una cifra que no ha logrado compensar el crecimiento de las ventas del 15% en alimentación, ya que como recuerda el responsable de FEV «no se venden las mismas referencias».
Por su parte, el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) estima que el consumo interanual de vino -en términos globales- cayó un 17,3% en 2020 respecto al año anterior. En concreto, en tinto/rosado la caída fue del 18,7%, frente a un 15,5% del vino blanco.

Alberto Pedrajo, cofundador de la Bodega Pedrajo & Alonso, y consultor especializado en el sector vinícola, cree que esta actividad adolece de « tres grandes males : la dependencia del consumo propio -nacional- y del turismo; segundo, somos un país que no ha aprendido todavía del todo a exportar vino embotellado; y el tercer mal endémico es que el Covid nos recuerda que por internet se puede vender». Sin embargo, se muestra «optimista»: «La pandemia será un revulsivo para el modelo de comercialización», comenta Pedrajo, quien avisa sobre la entrada de capital extranjero en bodegas y viñas . «Las pequeñas bodegas se van a tensionar mucho, pero quienes lo estaban haciendo, bien saldrán», apunta.
La sombra del Covid
Una vuelta por las denominaciones de origen vinícolas españolas da una idea más exacta del impacto de la pandemia: desde la denominación de origen Rueda (Castilla y León), su director general Santiago Mora estima una caída de las ventas el año pasado del 10,8% y una subida de las exportaciones del 3,5%. En este sentido, reconoce que «a priori Rueda no estaba diversificada en canales ni en mercados -un 87% de ventas son en el mercado nacional, el 70% en el canal horeca- y era la peor posicionada para enfrentar a una crisis de la hostelería». Sin embargo, reconoce que las bodegas más pequeñas son las que más están sufriendo.
Desde la denominación de origen Rioja , su director general José Luis Lapuerta habla de un retroceso de la facturación de un 8,5% el año pasado y estima que, en la hostelería, la caída de la comercialización habría alcanzado el 41% en 2020. El año anterior, el mercado doméstico representó el 63% de todas las ventas. Lapuerta aboga por «el crecimiento en valor y el incremento de la presencia internacional: la exportación representó el 37% de las ventas en 2019 y en 2020, el 44%», y espera una segunda mitad del año «relativamente normal». Por su parte, el presidente del consejo regulador de la denominación de origen Vinos de Jerez (Andalucía) , César Saldaña, estima que el 2020 se cerró con una reducción de las ventas del 8%, aunque destaca el estirón de las ventas en Reino Unido -gracias al Brexit- y habla de «algún cierre de bodega», aunque advierte de que el «panorama es muy heterogéneo» . En este sentido, alerta de que «hay empresas muy potentes con mercados muy diferentes y otras que tienen una dependencia muy fuerte de la hostelería». Saldaña avisa sobre la situación de los productos de manzanilla en Sanlúcar.
Lejos de algún cierre de bodegas, en la denominación de origen 'Ribera del Duero' , su máximo responsable Enrique Pascual habla de «seis nuevas bodegas». Lo que atribuye al «espíritu Duero». Esta denominación ha apostado por las exportaciones, que de nuevo «siguieron su curso, con un impacto menor a las ventas nacionales», y que representaron el 19,3% de sus ventas. Sin embargo, en su actividad el canal horeca tiene un fuerte peso (representa el 64% de las ventas nacionales).
'Vinos de Málaga', un 30% menos de facturación
Entre los más afectados por la pandemia se encuentra la denominación de origen 'Vinos de Málaga ' . Así lo corrobora el secretario del consejo regulador de esta denominación, José Manuel Moreno, quien habla de «un impacto tremendo» acentuada por la gran dependencia de la hostelería que engloba hasta un 83% de la s ventas. Especialmente de establecimientos de la ciudad de Málaga y el entorno de la Costa del Sol. Como sucede en otras denominaciones, el panorama no es tan uniforme asegura Moreno: «Por ejemplo, las bodegas pequeñas mayoritariamente enfocaron su actividad comercial hasta el sector de la hostelería», ha apuntado.
En este sentido, el secretario del consejo regulador ha estimado en un 30% la caída media de la facturación. Tampoco ayuda la caída del turismo por las restricciones a la movilidad para luchar contra el Covid. «El turismo que viene a Málaga es mayoritariamente extranjero , sobre todo ingleses, franceses alemanes y algo de Estados Unidos. Todos ellos consume en el territorio y también se mueve hacia el interior: teníamos una línea de trabajo en el etnoturismo , afectado casi al 100%», ha reconocido Moreno. Como ejemplo del potencial de esta actividad cita la recientemente creada 'Ruta del Vino de Ronda y Málaga'.
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