El BCE aplaude el ritmo de las reformas en España

En esta línea, Draghi expresó la «plena confianza» del organismo que preside en las reformas «fiscales y bancarias» que se están llevando a cabo en España. «La trayectoria del país es buena», resumió. No obstante, y como se esperaba, Draghi alternó la palmada en la espalda y el reconocimiento con una advertencia sobre el camino a seguir. Al respecto, y aunque aludía al conjunto de la zona euro, Draghi apuntó que el « progreso importante que se ha hecho en consolidación fiscal» debe combinarse con más reformas. «Varios gobiernos han de ser más ambiciosos», apuntó.

Por lo que respecta a la política del BCE, su presidente ha recordado que «nuestro primer es objetivo mantener la estabilidad de precios a medio plazo. Esta es la mejor contribución en política económica para reforzar el crecimiento y la creación de empleo», apuntando a continuación que «corregir las divergencias entre países individuales es tarea de los gobiernos. Tienen que adoptar políticas para corregir los desequilibrios en materia fiscal, financiera y estructural».

«Garantizar el saneamiento de las finanzas públicas, la estabilidad financiera y la competitividad en todos los países de la zona euro redunda en el interés común», añadió. «Las políticas destinadas a fomentar la competencia en los mercados de productos y a incrementar la capacidad de ajuste de salarios y empleo de las empresas fomentarán la innovación, promoverán la creación de empleo y mejorarán las perspectivas de crecimiento a largo plazo», dijo Draghi.

El presidente del BCE, que esquivó las preguntas cuando fue abordado sobre la creación de un «banco malo» para apartar los activos inmobiliarios de la banca española, sí que quiso abordar la tensión social que están generando las reformas, muy presentes en una Barcelona tomada por la policía ante el temor de actos vandálicos. Al respecto, Draghi reconoció que asume «la rabia de las personas, especialmente de los jóvenes sin trabajo. Lo entiendo pero pero ante hechos violentos sólo puedo expresar mi condena. Ello no debe impedir que sea comprensivo y empático con esta rabia. Ante estas reacciones sólo podemos pedir a los gobiernos que apliquen las medidas correctas. Ante el descontento tenemos que hacer nuestro trabajo lo mejor posible».