Alquiler vacacional: Internet divide al sector turístico

Para el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella, primero hay que diferenciar entre «apartamento turístico» y «viviendas de uso turístico». Sobre los primeros recuerda que se trata de establecimientos reglados, y que «deben cumplir con normativas sanitarias, de consumo, fiscales…». Estalella afea que a las viviendas privadas anunciadas en internet no se les exija nada y habla de un importante «diferencial de precios» (17,2 euros menos por plaza comercializada, según Exceltur). El responsable de CEHAT exige una regulación clara a nivel nacional, y critica las autonómicas (Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña y Madrid). Incluso hace algunos días, esta patronal ha impulsado la firma de un manifiesto en el que piden a los políticos que no olviden el peso del turismo en la recuperación, y que se alcance un pacto de Estado sobre turismo.

Para Manuel Gandarias, de Pisos.com , un portal inmobiliario que amplió su oferta a esta nueva demanda, el problema tiene su origen en la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2013 , que «flexibilizó el régimen de alquileres y concedió a las autonomías poder para legislar sobre el alquiler vacacional ». En este sentido, destaca la importancia de que existan unos «criterios generales homologables en toda España, para no crear inseguridad jurídica». Gandarias también destaca el buen funcionamiento de los «portales de alquiler vacacional de uso colaborativo» como Airbnb, Homeaway o Rentalia.

Desde la principal web de alquiler vacacional, Airbnb (100.000 anuncios en España, 27% de la oferta) , advierten que no es lo mismo el «home sharing» (alquilar una parte o la casa en la que vives) que el alquiler vacacional de una propiedad de uso turístico. Sobre lo primero sostienen que no es una actividad profesional, y añaden que ya han tenido «conversaciones» con algunas administraciones españolas para que el «home sharing» sea legal. Es decir, que se reconozca la figura del anfitrión , que alquila eventualmente alguna habitación o estancia de su casa, tal y como sucede en Estados Unidos, Holanda o Francia.

Sobre Cataluña, pionera en regular el alquiler turístico (tasa turística, licencias,…), la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) cree que «las moratorias no solucionan nada» en referencia a la decretada por la nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En opinión de este colectivo, la clave está en qué modelo de turismo se escoge: «O reducimos el turismo por horas de cruceros y de los veraneantes que colapsa la ciudad o alargamos la estancia de los turistas», advierten.

En el caso de portales como Booking o Rentalia destacan que llevan varios años ofreciendo varios tipos de alojamientos, que van más allá de los hoteles (apartamentos, casas de vacaciones, villas, casas de huéspedes, bed&breakfast, etc…), aunque advierten que no son compañías de reserva online exclusiva de casas y apartamentos particulares.

En una línea similar, la directora de Rentalia Almudena Ucha destaca que no ejercen «como intermediario ni gestionan las reservas de los alojamientos (hay un motor de reservas externo para ello, AvaiBook.com)», y por lo tanto no cobra ninguna comisión al viajero. El futuro anfitrión para anunciar su alojamiento sólo tiene que pagar una cuota anual fija, especifica Ucha, en el que siempre aparecerá datos como el teléfono o un formulario de contacto.

Desde Apartur sí están satisfechos con las licencias o la tasa turística - 0,45 y 2,25 euros por persona y noche, según el alojamiento- aunque apuntan que su recaudación «compense las molestias» de distritos turísticos como Ciutat Vella. Una zona en la que Colau ofreció reducir hasta en un 80% las multas impuestas a viviendas turísticas, a cambio de entregarlas para alquiler social.

Sobre las web especializadas mencionadas en este artículo, el máximo responsable de esta asociación, destaca que hay mucha oferta legal de apartamentos turísticos pero recomienda «controlar» el crecimiento de la misma. En su opinión, antes un tour operador «no hacia ni caso a un pequeño propietario » y, sin embargo, en la actualidad gracias a estos motores de internet «puedes competir con las grandes, porque se ha fragmentado la oferta y hay formas de llegar al cliente final».