España busca recuperar más presencia en los centros de poder político y económico

La España que asombró al mundo por su progreso milagroso durante un década alcanzó entonces una representación de primer orden en los centros de poder económico y político. Con Rodrigo Rato de director gerente del FMI, Enrique Barón y Joseo Borrel de presidentes del Parlamento europeo, Ana Palacio de vicepresidenta del Banco Mundial, Eugenio Domingo Solans y José Manuel González-Páramo en el consejo de gobierno del BCE y Javier Solana como secretario general de la OTAN , entre otros caros de relevancia ostentados por representantes española, nuestro país tenía voz y voto en las decisiones que se tomaban a nivel global.

La crisis de deuda soberana europea, que laminó las fortalezas económicas del país, y la débil apuesta en política exterior del Gobierno de Zapatero provocaron la pérdida de todos los sillones de relevancia. Poco a Poco, en los últimos tres años, el Gobierno del PP ha ido restituyendo ese prestigio y por tanto esa presencia .

Valga de ejemplo el nombramiento a principios del año pasado del exsecretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, como director ejecutivo del FMI. O la reciente incorporación del exdirector del FROB, Antonio Carrascosa, al ente europeo que gestionará los futuros rescates bancarios, así como el fichaje por el BCE de un buen número de técnicos del Banco de España de cara a la supervisión única. La candidatura de De Guindos a presidir Eurogrupo es un paso más en esa carrera hacia la recuperación del peso perdido en los organismos europeos e internacionales.