Grecia despierta sin acuerdo

Para Tsípras, lo importante de la reunión fue destacar que la propuesta de la parte griega es la única realista y que de la propuesta de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional hay varios puntos complicados. Se trata de los superávits reducidos (1% para este año, 2% para el 2016, 3% para el 2017, 3,5% para el 2018) y otros que no mencionó. Recordó que en cinco años de recesión el país había perdido un 25% de su PIB y mencionó como ejemplos varias propuestas que no acepta la parte griega: la eliminación de un apoyo estatal a las pensiones mas bajas y el aumento del IVA para la energía, que supondría subir la luz y otras facturas básicas de un 13% al 22%.

Lo que la declaración de Tsípras no menciona son otros muchos puntos de la propuesta de cinco páginas de los acreedores, como la liberalización de profesiones que a pesar de haberse votado no se ha implementado (manteniendo privilegios gremiales para abogados, notarios, transportistas… Hasta enterradores, algo que encarece desde las actividades comerciales hasta el día a día de los griegos). Esta medida es necesaria para modernizar el país pero pondría a muchos profesionales en contra del Gobierno. Otra línea roja es la privatización de una pequeña parte de la poderosa compañía estatal de electricidad DEI, ya que los radicales son contrarios a cualquier privatización de esta empresa, buque insignia del sindicalismo más extremo del país. Y que exista solo dos IVA, uno del 11% (que encarecería de inmediato alimentos, medicamentos, libros…) y otro del 23% incluyendo la energía. Para suplir estas medidas el Gobierno debería de ofrecer otras que aporten los mismos ingresos, lo que supondría muchos más impuestos.

Se espera que las negociaciones continúen para conseguir una propuesta aceptable para las dos partes a mediados de mes, dado que parece seguro que Grecia podrá pagar el primer pago del FMI, 300 millones de euros, este jueves; pero no podrá asumir el resto de los pagos a esta institución el mes de junio, 1.300 millones.

La Plataforma de la Izquierda, el sector mas radical de SYRIZA, denominado «su oposición interna», había publicado horas antes del encuentro de Tsípras con Juncker en la publicación digital iskra que el Gobierno debía de rechazar cualquier ultimátum, subrayando que había «soluciones alternativas» que «los prestamistas temen», esto es: una salida de Grecia del Euro. Para la Plataforma de Izquierda de SYRIZA «las instituciones» obligan al gobierno a firmar un acuerdo con medidas antipopulares, nuevas regulaciones neoliberales contrarias a la clase obrera y la venta de activos estatales (privatizaciones).