Malaysia Airlines, golpeada por las dos tragedias, entra en suspensión de pagos y recortará hasta 14.000 empleos

Malaysia Airlines anunció ayer que registró pérdidas por valor de 307 millones de ringgit (74 millones de euros) durante el segundo trimestre del año, un aumento del 74,5% en sus 'números rojos' que se explica por el impacto de los dos accidentes sufridos por aviones de la compañía en los últimos meses.

La cifra de negocio de la aerolínea se vio reducida en un 5%, hasta situarse en los 3.590 millones de ringgit (865,2 millones de euros), frente a los 3.780,9 millones de ringgit (911 millones de euros) registrados en el mismo periodo del pasado ejercicio, según informó la empresa en un comunicado.

De este modo, durante los seis primeros meses del año la compañía ha registrado un aumento del 65% en sus pérdidas, hasta situarse en los 750,4 millones de ringgit (180,853 millones de euros).

Asimismo, la facturación de Malaysia Airlines en el primer semestre menguó un 1,7%, descendiendo hasta los 7.190 millones de ringgit (1.732 millones de euros).

Según ha explicado la aerolínea, la pérdida del vuelo MH17 «ha agravado la tremenda tensión» a la que estaba sometida la empresa tras la desaparición del vuelo MH370.

De este modo, la empresa prevé que la doble tragedia «golpee» a la compañía durante el segundo semestre del año, ya que la compañía ya registró una «fuerte» caída del 33% en las reservas semanales inmediatamente después del incidente del MH17.

El pasado 8 de agosto, el Gobierno malasio, accionista mayoritario de Malaysia Airlines, anunció la compra del resto de valores de la aerolínea a través de su fondo de inversiones Khazanah Nasional Berhad, por 1.381 millones de ringgit (332,8 millones de euros).

Con ello, el Ejecutivo pretende «revivir» a la aerolínea, convirtiéndola en una empresa rentable y capaz de cumplir su función de desarrollo nacional.

El plan de reestructuración plantea reducir en una cuarta parte los 20.000 empleados de Malaysia Airlines, con la eliminación de rutas, así como el recorte de entre 5.000 y 6.000 puestos de trabajo.