España perderá 337 millones por las restricciones rusas a la importación

En una comparecencia para valorar el impacto sobre España del veto ruso emitido ayer, Miranda ha asegurado que este es «limitado», ya que el principal cliente de España es la Unión Europea.

Los países de la UE que más sufrirán el efecto de las sanciones son aquellos que se encuentran geográficamente más cerca por lo que hay «16 estados miembros más afectados que España». También desde el Ministerio se ha incidido en que España tiene «capacidad de maniobra» para buscar otros mercados alternativos, aunque reclaman a Bruselas mejores mecanismos para retirar el exceso de oferta.

Asimismo, Miranda ha afirmado que el próximo día 14 de Agosto se reunirá en Bruselas el Comité de Gestion Extraordinario para valorar la situación y proceder a la toma de medidas consecuentes que estarán enmarcadas «dentro del proceso de actuación comunitario», pero por el momento ya se ha restringido la expedición de certificados para exportar a Rusia desde España.

Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sitúan las frutas como el producto más perjudicado por la decisión de Rusia, con pérdidas estimadas de 158 millones de euros. También supondrá la merma de 72 millones de euros por la exportación de hortalizas, 16 millones de euros por las relativas al pescado y 3,8 millones por leche y productos lácteos.

Asi, el sector porcino también se verá perjudicado con pérdidas de 80 millones de euros, cifra que el Ministerio considera poco relevante pues «el mercado porcino lleva cerrado un año», por la prohibición de importación de carne de cerdo a Rusia procedente de la UE, efectiva durante el año pasado.

Respecto a las comunidades autónomas, las que más notarán el impacto de la restricción a las exportaciones serán Andalucia y Valencia, por la exportación de frutas y verduras, y Cataluña, de manera coyuntural por la candente exportación de fruto de hueso.

La Unión Europea (UE), presionada por algunos países miembros y el sector, ha comenzado ya a estudiar su respuesta al veto ruso a importaciones de productos agroalimentarios procedentes de los Veintiocho y a hacer un primer cálculo del impacto de la medida, que asciende a unos 5.252 millones de euros.

El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, que ha decidido regresar de sus vacaciones de verano por el embargo ruso, aseguró hoy a los agricultores comunitarios que habrá una respuesta «proporcionada y rápida» para apoyarles si la situación lo requiere, y recordó que en la Política Agrícola Común (PAC) existen herramientas, incluida la reserva para crisis, para ayudarles.

La primera reacción de la Comisión Europea (CE) ha sido advertir a Rusia de que se reserva el derecho «a tomar medidas» contra el embargo ruso, aunque a no quiso revelar en qué podrían consistir o si tiene base para acudir de nuevo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), como hizo en abril por el veto de Moscú a la importación de carne de cerdo de la Unión.

El siguiente paso, ya anunciado, es la creación el lunes de un grupo de trabajo para analizar el impacto del veto ruso en cada sector afectado y evaluar cómo apoyar de la mejor manera posible a los agricultores. También celebrara el jueves en Bruselas una reunión con los Estados miembros a nivel de expertos a fin de analizar la evolución de los mercados en estos primeros días de prohibición.

España acudirá a la reunión del jueves con la idea de analizar si ya hay mercados que se ven «significativamente» afectados y, de ser así, pedirá que se «adopten medidas de inmediato», explicó hoy el director de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda.

De momento, la CE considera que es demasiado prematuro hablar de compensaciones porque confía, en palabras del propio Ciolos, en que el sector agrícola «se reoriente rápidamente hacia nuevos mercados y nuevas oportunidades» para limitar el efecto negativo del veto, aunque esta transición también pueda requerir ayudas.