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debate de 2008

Las cuentas (¿claras?) de Solbes: «Molesta la palabra recesión y es prematuro hablar de crisis»

Al medirse con Pizarro, Solbes habló de una España preparada y censuró el «dramatismo» del PP en su advenimiento de las vacas flacas. Hoy dice que Zapatero pudo hacer más, que sus discrepancias mutuas ya eran un cisma y que él nunca debió repetir como ministro. ¿Cuándo miente, entonces o ahora?

Las cuentas (¿claras?) de Solbes: «Molesta la palabra recesión y es prematuro hablar de crisis» vídeo: youtube

e. montañés / a. f. vergara

Economista, jurista, politólogo y político, ahora Pedro Solbes también es escritor. Dentro de esa tendencia tan candente de publicar un libro de memorias por parte de dirigentes en batida, el que fuera vicepresidente socialista entre 2004 y 2009 se encuentra inmerso en la ronda de presentaciones de su libro «Recuerdos» (Ediciones Deusto) y, aunque se empeña en recalcar que no se trata de «un ajuste de cuentas» con nadie, lo cierto es que Solbes expone sus particulares cuentas y lo hace con meridiana claridad. Quien fuera líder del Ejecutivo en el que formó filas, José Luis Rodríguez Zapatero , no sale demasiado bien parado. El propio Solbes queda desdibujado también si contraponemos sus últimas frases con las pronunciadas en el vídeo repuesto en incontables ocasiones del debate que le enfrentó al popular Manuel Pizarro en febrero de 2008.Lo más destacado de las últimas aseveraciones del alicantino es que no debería haber aceptado seguir tras la primera legislatura como ministro de Economía , porque ya mantenía una brecha discrepante irreconciliable con su presidente. También ha afirmado que ya le había presentado un documento repleto de recortes para reorientar la senda errónea que había tomado la economía española, un dossier al que en principio el jefe del Gobierno hizo caso omiso, y después desplegó en buena parte como medidas «cuasi» milagrosas en aquella fecha fatídica para todos los socialistas, el 12 de mayo de 2010.

Aquella data en el Congreso de los Diputados supuso que el PSOE y su presidente y líder a la sazón aparcasen todo el ideario «obrero español», se elevasen impuestos «a priori» intocables como el IVA y se adoptase otro reguero de medidas «dolorosas» e impopulares, pero «necesarias» a juicio de los socialistas para no «caer» más. Hasta ese momento, el discurso tanto de Solbes como del resto de responsables del Gobierno se había llenado de «desaceleraciones» y otros eufemismos de la palabra maldita que no querían entonar.

Entre las diferencias con su jefe que ahora desgrana Solbes relata que él personalmente no se mostraba proclive a aplicar restricciones en la política del gasto público, aunque Zapatero abogó por usar el margen presupuestario que aún existía para tratar de estimular la economía, algo que, como el paso de los años demostró, no resultó eficaz. Solbes añade que en este punto Zapatero planteó el infructuoso «Plan E» de inversión pública a través de los ayuntamientos que «abrió todavía más la brecha» que les separaba. Sin embargo, echando mano del incómodo recurso de la videoteca y las hemerotecas, Solbes no parecía dispuesto a tener que encauzar ningún rumbo de la economía cuando, el famoso 21 de febrero de 2008, se enzarzó frente al televisor y a Matías Prats como moderador, con el candidato a reemplazarle en la cartera de Hacienda y Economía, Pizarro . Entonces, como muestra el vídeo en cortes que acompaña estas líneas y que sirve para recordar varios despropósitos verbales, a Solbes le «chirriaba» la palabra recesión, algo que -afea al PP- «resulta molesto». Él prefiere hablar en este encuentro audiovisual que rescatamos cinco años después de «turbulencias económicas». Censura las propuestas del PP, bien al contrario de lo que justifica ahora: «O reduce el gasto o los números no salen», le espetó a Pizarro.«Llevo toda la vida trabajando para este partido y este país y lo seguiré haciendo con dedicación. España saldrá reforzada y está preparada para el futuro», conforma el alegato del alicantino, que sin embargo esgrime actualmente en sus entrevistas, como la que publica hoy ABC en páginas de Economía , que no debería haber repetido en la segunda legislatura de Zapatero, pero que entonces pensó que su marcha podría haber sido mal percibida en el contexto internacional «en un momento en el que las cosas empezaban a ir mal»-.

Solbes dice que no era proclive de reducir el gasto, pero dijo al PP que había que contenerlo¿Empezaban a ir mal? En el debate frente al expresidente de Ibercaja, «canta» las bondades de su primera legislatura en La Moncloa, con el elevado nivel de productividad de la economía española, los tres millones de empleos «creados» (se ha pasado, según él, de 17 a 20 millones de personas trabajando desde que llegaron en 2003 a 2008), la mitigación de la precariedad laboral, la elevación del nivel de renta de los ciudadanos, la mejora de la protección social y el Estado del bienestar conquistado con leyes como la de la Dependencia, una Seguridad Social sin déficit y la multiplicación de la inversión en I+D+i, amén del despliegue de infraestructuras como el AVE que cuenta por miles de kilómetros. También ensalza la subida del nivel de las pensiones, pese a que después se congelaron, o despotrica contra la reforma fiscal que auspicia el PP para contener el gasto a pesar de que el citado 12 de mayo fue el PSOE el que hubo de subir las tasas impositivas para mejorar la recaudación del Estado y dispersar el gasto en las partidas comprometidas de gasto nacional.

¿Se negó la crisis a sabiendas?

. Este martes 19 de noviembre de un lustro después matizó en el programa «Los Desayunos de TVE» que «si crisis quiere decir recesión, en esos momentos no había crisis» . La pregunta que siempre se le hizo a este técnico comercial del Estado, ayer y hoy, es si se soslayó desde su Gobierno la crisis a sabiendas . Al medir sus fuerzas frente al que se postulaba como ministrable económico del PP, no dijo que ese rumbo ya empezaba a escorarse

Para infortunio de quienes hablan en público, existe la hemeroteca y la videotecas como recursos «a toro pasado» para saber que entonces o ahora no dijeron la verdad. En su rifirrafe con el turolense, éste le reprocha más de una vez la negación de la crisis. Frente a «los excesos de demagogia y el catastrofismo» del que advertían los populares, Solbes dice que el PSOE representa «la esperanza de futuro, la confianza en la estabilidad presupuestaria, económica y fiscal, el realismo...». «La situación actual es una oportunidad», plasmó el político socialista, que falló en todos sus pronósticos. « Hablar de crisis, incluso de recesión, resulta molesto. Nada más alejado de la realidad », pronunció el hoy «díscolo» del anterior equipo de Moncloa.

Acusó al PP de convocar a la crisis; ahora ve que se pudo hacer más contra ellaLos «brotes verdes» se extinguieron al primer soplo de una crisis que ha resultado agónica y que ha mantenido a seis millones de personas sin un puesto de trabajo. Los datos de deuda pública, déficit, desempleo, política de vivienda y mejora del bienestar social de los que presume Solbes en el plató de TV en 2008 han caminado en la dirección opuesta a la que preconizó el socialista. De sus palabras recientes, clama al cielo una frase: «Durante el Gobierno de Zapatero se pudo hacer más», a lo que apostilla que «torear desde el tendido es mucho más fácil que hacerlo desde la plaza». E incide para rematar, cinco años después: «La situación habría sido muy distinta si el Ejecutivo socialista hubiera tomado medidas antes». Solbes considera que la segunda recesión de la economía española a fecha de hoy(no tiene inconveniente en hablar de recesión ) no ha sido culpa del PP, tampoco del retraso europeo -él, que había ejercido de comisario comunitario- en adoptar ciertas medidas económicas; pero sí defiende que el PP de Mariano Rajoy no recibió una mala herencia de sus manos, ni una España «quebrada», sino «solamente un país difícil y complicado, con riesgos en el sector financiero».

Herencias contrapuestas

La cinta que rememoramos es «ilustrativa» de cómo los socialistas se cegaron ante el advenimiento de un túnel lúgubre. Tras el atril, el exministro socialista confrontaba a Pizarro por el legado que su Gobierno había recibido cuatro años antes de manos del PP. «El gran problema -encara Solbes- es que ustedes se encontraron con grandes ventajas económicas, como los tipos de interés y otros buenos datos». En opinión de Pizarro, bien al contrario, los socialistas no habían sabido aprovechar el mejor legado que ha recibido ningún Gobierno español, con asideros económicos saneados, por lo que «los españoles estamos perdiendo -recriminó con literalidad el aragonés- la confianza y la batalla de la competitividad». Pizarro expuso cifras como el diferencial del bono alemán y la prima de riesgo. Solbes zanjó el tema con su frase: « La herencia que dejamos es mucho mejor que la que recibimos . Hay algunos problemas, la inflación no es nueva, pero hoy mismo hemos conocido el récord histórico de inflación de Alemania en enero, y en Francia, desde el año 1992». Mal de muchos...

«Hemos ahorrado durante estos cuatro años 13 puntos de PIB en deuda, 130.000 millones de euros, una cifra apreciable y usted sabe qué margen de maniobra da eso, para inversiones en infraestructuras y kilómetros de AVE», glosó Solbes, aunque el ministro de Fomento, el gallego José Blanco , paralizó ulteriormente todas las inversiones en obra pública por falta de liquidez.

Solbes completa su enfrentamiento a Pizarro con un recopilatorio de guarismos que quedaron en papel mojado: «Vamos a hablar en serio de economía, de lo que ha sucedido y de dónde estamos en este momento. Dejemos de lado la demagogia y vayamos a los hechos. En 2003, el crecimiento de la economía era del 3,1%, ahora es del 3,8%; sobre empleo, en el año 2003 trabajaban 17 millones de personas y ahora 20 millones; el paro, en términos absolutos, ofrece cifras parecidas, pasar de un 8 a un 8,6% no es algo catastrófico. Son turbulencias económicas, porque hablar de crisis es prematuro , porque hoy, por ejemplo, Eurostat señala que España tiene previsto crecer este año de media un 2,7% y si el 2,7% es crisis, qué palabra usaremos cuando las cosas sean mas complicadas », arguyó.

Entonces, Solbes adujo que España se mantenía a mejor nivel de inflación que el promedio europeo, vislumbró que el endeudamiento de las familias empezaba a ser preocupante y aceptó que el desempleo se tornaba en el problema fundamental. Y arengó a los españoles a decantarse en las urnas por uno de los dos modelos contrapuestos, uno de ellos es el que «tan buenos resultados» estaba dando durante su bagaje de cuatro años en la cartera económica. Y se detuvo -palabras que después se han rumiado una y otra vez- en que había «ciertos factores externos, cierta desaceleración y problemas generados internamente», es decir, recriminó al PP la percepción que corría por sus entrañas: «Con todos mis respetos, tengo la sensación de que el PP está convocando la crisis, no buscando soluciones, sino creando problemas». Todos sus desvelos ahora se dirigen a Zapatero.

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