Hollande, forzado a reformar las pensiones con las fórmulas que criticó a Sarkozy
El primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, que hoyha comenzado a negociar con sindicatos, avisa: «Todos tendremos que hacer un esfuerzo»
Juan Pedro quiñonero
François Hollande está forzado a lanzar un inflamable proceso de reforma del sistema nacional de pensiones , barajando las mismas alternativas que él mismo criticó a Nicolas Sarkozy : ampliar los años de cotización, retrasar la edad de jubilación, aumentar las cotizaciones. ... La «caja»/«presupuesto» del sistema nacional de pensiones tendrá pronto un déficit de 20.000 millones de euros, si no se reforma con rapidez la tímida reforma de 2010, duramente criticada por Hollande, el PS y los sindicatos, en su día.
Tres años cortos, la reforma Sarkozy está haciendo aguas. El retraso de la jubilación «media» de 60 a 62 años se considera ya -como se consideraba entonces-, harto insuficiente. Será difícil aumentar los 40/41 años de cotizaciones. De ahí que Jean-Marc Ayrault, primer ministro , ha comenzado a anunciar el «color» de la reforma: «Todos tendremos que hacer un esfuerzo».
El presidente Hollande ha ordenado a su primer ministro una ronda de «intercambio de puntos de vista» con todos los sindicatos y la patronal, antes de lanzar la gran negociación, antes del verano. Los sindicatos oscilan entre el silencio crítico y el «hacha de guerra» verbal, muy hostil a un proyecto de reforma tan indispensable como inflamable.
El vespertino Le Monde resume la situación con un dibujo de Plantu, en primer página. En primer plano, un presidente Hollande que suda la gota gorda dice a una banda de sindicalistas en cólera: «Hay que trabajar más». Tras la careta de Hollande, un Sarkozy sonriente deja caer: «Hay que trabajar más para ganar menos». Los sindicalistas, enarbolando banderas de guerra gritan: “Sarko sal del cuerpo del presidente Hollande”.
El Consejo nacional de las jubilaciones (organismo consultivo) evoca varios «escenarios»: todos catastróficos. El sistema nacional de pensiones es sencillamente insostenible. Hombres y mujeres viven más. Y esa ganancia de años de vida coincide con un incremento del paro y nulas perspectivas de crecimiento económico. Francia está condenada a lanzar una gran reforma , para poder salvar un sistema amenazado. La «gran» reforma del 2010 dejó intactos muchos privilegios difícilmente sostenibles. Muchos funcionarios, por ejemplo, siguen jubilándose antes de los 60 años. Es el caso, por ejemplo, de una personalidad célebre, Anne Hidalgo , nacida en Cádiz, hija de emigrantes españoles, candidata a la alcaldía de París, que se jubiló voluntariamente a los 53 años, para seguir haciendo política, cobrando su pensión, claro está.
Hollande, forzado a reformar las pensiones con las fórmulas que criticó a Sarkozy
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete