El Corte Inglés, más de 73 años al servicio del cliente

Desde que hace 73 años Ramón Areces fundara El Corte Inglés, nuestro país ha cambiado tanto que casi se ha dado la vuelta como un calcetín, y la empresa que ahora está en manos de Isidoro Álvarez, también. Como él mismo asegura, «estimular las iniciativas de renovación es el motor del crecimiento de la empresa».

El Corte Inglés que conocemos hoy tomó su nombre de una pequeña sastrería fundada en 1890 y situada entre las calles Preciados, Carmen y Rompelanzas, de Madrid. En 1935, Ramón Areces Rodríguez, avalado por su tío César Rodríguez, compró la sastrería y ahí nació el germen de El Corte Inglés. Fue tras la Guerra Civil española, en 1939, cuando adquirió también en Madrid una finca en el número 3 de la calle Preciados, de la que se destinaron a superficie de ventas la planta baja, la primera y parte de la segunda. Un año más tarde, en 1940, cuando el negocio contaba ya con siete empleados, Ramón Areces constituyó la sociedad El Corte Inglés , con su tío César Rodríguez como socio y primer presidente. Después llegó la primera reforma del edificio, con una superficie total de 2.000 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, para iniciar la venta por departamentos, característica de un gran almacén

En la década de los sesenta fue cuando se produjo la expansión de El Corte Inglés a Barcelona, Sevilla y Bilbao . En Madrid también fue aumentando el número de establecimientos. Después llegó la diversificación del negocio con la creación de Viajes el Corte Inglés, Hipercor y el Centro de Seguros.

Otro hito en la historia de la empresa del triángulo verde fue el fallecimiento de Ramón Areces, en 1989, que supuso la llegada a la presidencia de Isidoro Álvarez , que desde 1966 ya ocupaba el cargo de director general.

Unos años después, en 1995, llego otro importante punto de inflexión con la compra de la que era entonces su principal rival, Galerías Preciados. La operación supuso hacerse con todas sus propiedades inmobiliarias e incorporar a sus 5.200 empleados.

Posteriormente, en el año 2001, El Corte Inglés dio el salto al extranjero, concretamente a Portugal, donde tiene dos grandes establecimientos, situados en Lisboa y en Oporto, supermercados de la marca Supercor y tiendas Sfera. En el país vecino esta empresa es referencia de calidad.

Durante todos estos años, la historia de la firma que dirige Isidoro Álvarez ha sido de crecimiento y aumento del negocio, bien por la vía de la compra de centros, como los que dejó Marks & Spencer en 2001, o los hipermercados que tuvo que vender Carrefour tras la fusión de Pryca y Continente. Pero a la empresa le faltaba la guinda de un centro «bandera» o «escaparate» y en 2006 encontró la oportunidad con la compra de una inmobiliaria que poseía el solar del antiguo edificio Windsor, en el paseo de la Castellana de Madrid. Tras cinco años de obras, en 2011, El Corte Inglés abrió las puertas de este centro en el corazón financiero de la capital con nuevos espacios como el del Gourmet Experience, las zonas dedicadas solo a productos de lujo o el spa, además de una galería de arte contemporáneo.

Innovación constante

La clave de toda esta larga historia ha sido la innovación constante, el compromiso con el cliente («si no queda satisfecho le devolvemos su dinero») y el trabajo duro. Por eso El Corte Inglés es un referente en el comercio tanto a nivel nacional como internacional, ya que es la primera cadena de grandes almacenes de Europa y la tercera del mundo, solo por detrás de los almacenes americanos Sears y Macy’s . Y prueba de ello es que los turistas que visitan España no perdonan una visita a los emblemáticos almacenes españoles, donde pueden encontrar de todo a unos precios sensiblemente inferiores a los de sus países.

Y, muy ligada a la historia de la empresa está la biografía de su presidente, Isidoro Álvarez, que empezó a trabajar a los 18 años en la empresa simultaneando su empleo con los estudios de Ciencias Económicas y Empresariales. Este asturiano, de carácter retraido y mensajes claros, aún se pasea por las tiendas para comprobar que todo está en su sitio, y es precisamente ahí, en las tiendas, desde el conocimiento profundo del negocio, donde emanó su enorme visión comercial, que le ha permitido mantenerse durante todos estos años en la primera posición del sector, sin que nadie haya podido hacerle sombra.

Ahora esta empresa de bandera intenta adaptarse a la coyuntura con una política de precios ajustados al mercado pero sin perder de vista la calidad, uno de los principales lemas de la compañía, junto al servicio, la garantía y la especialización. Los sellos distintivos de un negocio que sabe ponerse al servicio de quien siempre tiene la razón: sus clientes.