África abre sus cielos a los vuelos de bajo coste
La crisis provoca que las compañías low cost ganen terreno en el continente africano, a pesar de la preocupación por la seguridad
África abre sus cielos a los vuelos de bajo coste
En el aeropuerto internacional Jomo Kenyatta de la capital de Kenia, Nairobi , la apertura del abanico cromático de sus estantes comienza a caminar de forma paralela al bolsillo de los viajeros. La situación no es para menos. Recientemente, la aerolínea Kenya Airways ... aseguraba haber perdido en su primera parte del año financiero (hasta septiembre de 2012) cerca de 400 millones de euros con respecto a la facturación del pasado ejercicio. El anuncio se producía solo unos días después de que la compañía confirmara el despido de 453 trabajadores.
«Hemos sido incapaces de predecir lo que estaba sucediendo en el mercado correctamente », reconocía su director ejecutivo , Titus Naikuni . No en vano, solo en los últimos doce meses, Kenya Airways ha cancelado sus rutas a Roma, Zanzíbar y Mascat (otrora destino clave del Golfo, la capital de Omán ha visto reducido de forma exponencial su número de clientes conforme avanzan Dubai y Doha).
El caso no es único: Durante el periodo 2011- 2012, el beneficio neto de la compañía de bandera del Cuerno de África, Ethiopian Airlines, fue de solo 29 millones de euros. Un 40% menor que el año anterior. De igual manera, las pérdidas de explotación de South African Airways para el pasado ejercicio fueron de 114 millones de euros.
«El alza del precio del combustible es un desafío de enormes proporciones. Por primera vez, el coste de barril de petróleo se mantuvo por encima de 120 dólares durante año y medio. Además, la crisis económica europea ha reducido el número de pasajeros y estancó el crecimiento económico de China y otros países asiáticos. Es necesaria una reinvención de la industria», dice el analista Solomon Mutai.
El comienzo del cambio
Y ésta, parece producirse. En noviembre, el magnate heleno Sir Stelios Haji-Ioannou, quien ya destrozara el mercado europeo con sus bajos precios (de su mente salió EasyJet), anunciaba la creación de una nueva «low cost» para el continente africano. La aerolínea, Fastjet, iniciaba así rutas en Kenia, Angola y Tanzania a precios muy competitivos: mientras que el coste de un trayecto, por ejemplo, Kilimanjaro-Dar es Salam se eleva por encima de los 250 euros (ida y vuelta), Fasjet los ofrece por apenas 50 euros. Tasas incluidas.
Hasta el momento, el mercado del «low cost» del África Subsahariana se limitaba a Mango Airlines , filial de South African Airways, la también sudafricana Kulula, así como la keniana Fly540 (asociada ahora con la propia Fastjet). «Si los kenianos o tanzanos tiene un gran abanico de ofertas en un supermercado a la hora de adquirir un champú, ¿por qué no va a ocurrir lo mismo con las líneas aéreas?», destaca Mutai.
La mayor tasa de accidentes aéreos
Históricamente, eso sí, el argumento tiene su riesgo. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo , la región del África Subsahariana registró en 2011 la mayor tasa de accidentes aéreos del mundo, 3.27 por millón de vuelos . Un índice, que relaciona el número de aviones «perdidos» de fabricación occidental y que pese a ser el más bajo de la historia en la zona (en 2009 se elevó hasta 9.94 y en 2010 fue de 7.41), se muestra especialmente dramático si lo comparamos con Europa (0.00), Norte América (0.10) o Asia-Pacífico (0.25). «La mayoría de las tragedias se producen por la falta de cualificación del personal de vuelo y en tierra», aseguran a este diario desde la Asociación keniana de operadores aéreos.
No obstante, la realidad podría ser aún peor. En la actualidad, más de una decena de países africanos cuentan con compañías en la lista negra de la Unión Europea . Especialmente sangrantes son los casos de Angola con 13 líneas aéreas por debajo de los estándares comunitarios (todas, excepto algunas excepciones en la flota de TAAG Angola Airlines) o República Democrática del Congo con más de una treintena. Por ello, para otorgar tranquilidad al pasajero, son necesarias nuevas sinergias. En diciembre, el gigante aéreo Emirates confirmaba haber abierto negociaciones con Fastjet para la creación de una nueva firma.
«Emirates vuela a 24 destinos en África, mientras que FastJet planea ser en un referente panafricano. Por ello, la asociación permitiría a los viajeros locales la oportunidad de conectarse con el resto del mundo», reconocía el magnate Sir Stelios Haji-Ioannou. ¿La esperanza? Que esto se produzca a bajo coste. Bueno, y también de forma segura.
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