Yoann Richomme ganador en Class40 la Route du Rhum – Destination Guadeloupe

La sensación general al llegar a la meta. "Hay mucho orgullo. Realmente pensé que el doblete era difícil de conseguir. Hay que reunir tantos ingredientes, tantos pequeños detalles para conseguirlo. Confiaba en que podría hacer un buen resultado, pero pensé que sería una cuestión diferente. Además, dado que me disparé en el pie en la salida, lo que me costó una penalización de 4 horas, no fue un buen comienzo. Así que hay mucho orgullo en la meta. Esta es nuestra primera regata con el equipo Paprec Arkéa, era nuestro reto. No teníamos que hacer esta aventura, podríamos habernos quedado tranquilamente preparando nuestro IMOCA. Queríamos pasar el año lo mejor posible, prepararnos bien para lo que viene y lo hicimos. Estoy muy orgulloso y feliz.

La regata ha ido bien. Estuve realmente en la zona que me gusta, manejando el clima un poco duro con la sucesión de frentes que fueron muy violentos, con muchas roturas y retiros. En cada minuto de la prueba, me decía a mí mismo: "Voy a romper el barco, no voy a terminar", incluso con 100 millas de ventaja. Incluso aquí, entre Les Saintes y Guadalupe, tuvimos una fuerte borrasca y me dije "no es posible, ¡no voy a romper el barco aquí!

Fue muy duro. Siento que tengo acúfenos en los oídos, no llevé auriculares con cancelación de ruido lo suficientemente altos. Fue duro y, sinceramente, a veces incluso tuve que frenar el barco, sobre todo al acercarme a los frentes. El barco era un infierno. No sé cómo es en los IMOCA, pero es realmente ingrato, duro. Pero es una gran regata con un compromiso de todos muy alto".

Ambrogio Beccaria (31 años) consiguió un magnífico segundo puesto, tras una reñida batalla con Corentin Douguet, que se intensificó a medida que pasaban las millas en la aproximación a Guadalupe. Al final, el italiano subió al segundo puesto del podio y se quedó a 4 horas 15 minutos y 8 segundos del ganador de la Class40, Yoann Richomme.

En el agua, el fogoso italiano se impondrá desde la salida como uno de los líderes más fieles de la regata al frente. 15º al doblar el cabo Fréhel, se puso rápidamente al frente de la clasificación y ya no la abandonó. Después de pasar las Azores, mientras otros sólidos navegantes en solitario sufrían graves problemas, como Xavier Macaire (Groupe SNEF), que se vio obligado a retirarse para reparar problemas estructurales, la regata adquirió todos los tintes de un duelo oceánico con Corentin Douguet (Queguiner-Innoveo). Sólo un puñado de millas separan a estos dos navegantes, que se van intercambiando la posición de subcampeón en la estela del líder a medida que se van tomando posiciones. Ambrogio, que tiene problemas de viento, saca sin embargo lo mejor de su barco. "Las sensaciones son mágicas. Es un avión. Es rápido en todos los puntos de la vela", confiaba ayer mientras la batalla con su rival directo se intensificaba en la recta final hacia la Tête-à-l'Anglais. Desde entonces, Ambrogio no ha renunciado a nada. Mejor aún, ha consolidado su ventaja sobre el tercer clasificado y, sobre todo, ha logrado la notable hazaña de reducir drásticamente la diferencia con Yoann Richomme (Paprec Arkéa), el gran vencedor de la Class40, una de las flotas más afectadas por la violencia de los pasos frontales. El patrón del «Allagrande-Pirelli», con su flamante barco, logró la hazaña de superar las gotas de una grave avería para merecer este lugar de honor en el podio de Pointe-à-Pitre.

Corentin Douguet (Queguiner – Innoveo), 3º en esta Route du Rhum - Destination Guadeloupe en Class40, mantuvo su sonrisa, saboreando el momento y mostrando una gran lucidez al hablar de su travesía. Fue un momento de introspección y, sobre todo, un hermoso reencuentro. Allí estaban sus hijos, su mujer, su amigo Yoann Richomme y su rival de las Azores, Ambrogio Beccaria.

La sensación al llegar a la meta. "Cuando crucé la línea de meta, me sentí un poco solo... ¡No había multitud! Estoy contento, sigue siendo un podio en la Route du Rhum - Destination Guadeloupe y un muy buen resultado. Apuntaba un poco más alto al principio, pero sabía que iba a ser complicado y se complicó un poco rápidamente, pero es genial estar aquí. Es el 'Rhum', es la leyenda... Y entiendo mejor por qué es la leyenda. ¡Hemos pasado por mucho!

Afrontar la adversidad. "Entre mi motor Lombardini y Ambrogio, ¡teníamos que luchar contra los italianos! No fue fácil, pero las regatas oceánicas nunca son fáciles. Fue un poco frustrante no poder jugar realmente por la victoria. En un momento dado, estos problemas técnicos me sacaron del juego. Debo haber pasado por alto algunos detalles en mi preparación, lo que no fue el caso de Yoann (Richomme) y Ambrogio (Beccaria). Es una explicación, pero no busco una excusa. Con o sin el problema del motor, no hay nada que diga que podría haberles ganado” .

El tercer lugar. "Dudamos durante mucho tiempo en hacer una escala en las Azores. De haber sido así, el tercer puesto habría sido difícil de alcanzar. Fue una decisión correcta continuar, aunque hubiera que pagar una penalización de 45 minutos. Pero era menos tiempo dar la vuelta a la punta de Vieux Fort que parar en las Azores”.

La victoria de Richomme. "Estoy muy contento por Yoann. Fue un gran año, intercambiamos mucho, colaboramos mucho. No pensé que llegaría a tales extremos. Para mí, Yoann es el Djokovic de las regatas oceánicas: no tiene que temer a nadie. Pero, obviamente, tenía un poco de miedo de mí. Muchos chicos de su equipo han estado en mi barco, así que me pregunto si mi problema de motor está relacionado con eso (risas). ¡No necesitaba eso!