Nadal se prueba y apura los tiempos para llegar a Kyrgios

Nadal compareció en Aorangi sobre las 14.30 hora española, una hora más tarde de lo que se había previsto, y por la puerta trasera. Al balear, ataviado con camiseta amarilla, lo acompañó su equipo, Marc López, Rafa Maymó, Francis Roig y el médico Ángel Ruiz Cotorro, y también parte de su familia, como su padre, Sebastià, y su hermana, Maribel, los que dos que le pidieron ayer tras jugar el primer set y medio que se retirara de la pista ante el dolor que veían estaba sintiendo el tenista.

Hubo peloteo suave y hasta algún ejercicio de saque en esa pista 10 alejada de los focos en la que a Nadal solo se le podía intuir detrás de la valla.

Pero no hubo más presencia del balear, que mantiene el hermetismo sobre su lesión y el alcance que esta puede tener. Desde su entorno no han comunicado si se ha realizado pruebas por la noche tras el partido o se esperó a la mañana. Ningún resultado o decisión ha sido difundido de forma oficial. El entrenamiento de la mañana indica que se está probando con la intención de estar el viernes en la Pista Central, en el segundo turno, tras la semifinal entre Djokovic y Norrie, tal y como ha anunciado la organización.

Tras el partido ante el estadounidense, Nadal admitió abiertamente estar preocupado, pues la dolencia, que arrastra desde hace una semana, había intensificado su dolor a partir del 3-1. Pero encontró la manera de que los saques, el movimiento que más resulta afectado por esta dolencia, le hicieran menos daño y le perjudicaran menos en el resto del punto. Incluso confesó que en el juego por debajo y desde el fondo no tenía ningún problema, sintiéndose cómodo y bien con la pelota en estos días de Wimbledon.