Verdasco, de la luz al apagón

Y eso que, dicho está, la puesta en escena de Verdasco es sencillamente arrollador, poco más se puede decir. De su raqueta, sin la necesidad de grandes florituras sale un sonido magnífico en cada impacto. Vuela la bola, durísimo con la derecha, y tiene a Nishikori con la lengua fuera , aceptando el bombardeo casi sin rechistar, decepcionante incluso en su entrega. Al japonés, demasiado estático entonces, no le queda otra que esperar y ya en la segunda manga ofrece otra versión, más aseado y competitivo.

Esa ya es una situación real, algo más comprensible. Nishikori rompe, recupera de inmediato Verdasco y el encuentro entra en otra dimensión, más prolongados los peloteos y con algún ganador remarcable por parte de los dos tenistas. Aunque es el madrileño el que suele llevar la iniciativa, ya no desborda con tanta contundencia, y se lamenta cuando en el séptimo juego desperdicia una buena oportunidad de hacer break. Por contra, es él quien entrega el servicio en el noveno después de remar y esa gentileza le condena. Un set para ambos, volver a empezar .

Aunque Verdasco parece más entonado este curso, mantiene la sangre caliente cuando las cosas se tuercen, enfadadísimo porque en el tercer capítulo se le complica la existencia. Nada más empezar ya va a remolque y persiste hasta nivelar la situación, ayudado por una cinta que le beneficia en puntos de importantes. Sin embargo, y una vez consigue lo más difícil, vuelve a tropezar y en el séptimo juego no es capaz de frenar el ímpetu del asiático, que se impulsa con ese break para apuntarse el parcial por 6-4.

Le hace tanto daño ese sopapo a Verdasco que ya no se recompone, rendido de antemano en la cuarta entrega. Su raqueta ya no se expresa con la misma finura y Nishikori tampoco necesita mucho más para escaparse, rapidísimo de mano y con un repertorio de golpes más que interesante. Tiene muchísimo tenis, pero este año anda a trompicones, sin demasiados resultados. De momento, y después de devolver el rosco con un final desbravado, ya está en cuartos y se enfrentará a Andy Murray , que poco antes supera con claridad a Karen Khachanov por 6-3, 6-4 y 6-4.

La derrota de Fernando Verdasco deja a esa parte del cuadro sin representación española, y la bandera solo ondea en el duelo de cuartos del martes entre Rafael Nadal y Pablo Carreño .