Estreno cómodo para Nadal

Apenas unos momentos de duda sufrió Nadal en el segundo juego del primer set. A partir de remontar de un 15-40, el balear no mostró ningún agujero ni físico ni mental por el que pudiera entrar Bedene. Hasta el momento de terminar el set. Con 5-1 a favor , Nadal se enredó en su propio servicio y concedió demasiados errores al rival, que se creció ante los regalos. Cedió su servicio y se dejó arrastrar también en el siguiente juego, al resto. Todos los fallos que no había cometido en la primera parte del set, los acumuló en esos dos juegos. Meneó la cabeza en señal de enfado cuando vio que también tenía que remontar un 30-40 más frustrante que peligroso. Un gran servicio en el siguiente punto puso las cosas en su sitio. Se plantó en ese momento para sentenciar una segunda manga que debía haber liquidado mucho antes.

El guión se repitió al inicio de la segunda parte del encuentro. Sin demasiadas brillanteces , Nadal lideró sin oposición hasta el 5-2. Otra vez la barrera mental, un juego desperdiciado con derechas que ni siquiera podían devolver la pelota al otro lado de la red y servicios que no alcanzaban el cuadro del rival. Otra vez cedió el saque, otra vez gestos de frustración.

Se desquitó en el siguiente, y definitivo juego. Al resto, con derechas que por fin encontraban la brillantez y la frescura que había desperdiciado con su saque. Con una paralela fulminó a Bedene en la red, con una buena dejada consiguió llevarlo a su ritmo, con una volea logró hata tres bolas de partido. Solo dejó que se escapara una, por un revés demasiado ajustado a la línea. En la siguiente, Nadal levantó la mano para celebrar la victoria y recibir los aplausos de la grada. Un primer paso sin demasiados contratiempos, salvo los que él mismo se creó.

Algo que deberá evitar en la siguiente ronda porque no tendrá un rival tan respetuoso como el británico, sino a un Dominic Thiem que ya lo venció en las semifinales del torneo de Buenos Aires aun cuando el español dispuso de una bola de partido.

Después de otro inicio de curso irregular, a vueltas con el regreso a la zona noble, Rafael Nadal se ilusiona con la fase más productiva de la temporada para él. Este miércoles, en el segundo turno de la central (empieza la jornada a las 11), el balear se mide a Aljaz Bedene en Montecarlo , históricamente una tierra de alegrías ya que ha triunfado ahí hasta en ocho ocasiones.

Debería ser el punto de partida hacia la recomposición de un tenista que lleva demasiado tiempo alejado de su estatus. Es cierto que Nadal sigue siendo influyente en el circuito, quinto de la ATP y siempre candidato, pero lleva muchos meses sin competir como hacía antes. Sumido en una montaña rusa de sensaciones, él dice que está bien y habrá que tener en cuenta su palabra, pero necesita resultados cuanto antes.

En Montecarlo se ilumina, dueño ahí de una racha de 46 victorias entre 2005 y 2013 . De hecho, únicamente ha sumado cuatro derrotas en 57 partidos y promete batalla para recuperar la corona, actualmente en manos de Novak Djokovic. En realidad, el serbio es el dueño de todo y vive a años luz. El objetivo de Nadal es reducir esa distancia, al menos en la tierra europea.

En lo que va de curso, y pese a su empeño en demostrar que ha vencido a la ansiedad, el español no ha logrado grandes cosas . Ni siquiera en la arcilla suramericana, en torneos menores como los de Buenos Aires Río de Janeiro, logró despegar (derrotas ante Dominic Thiem y Pablo Cuevas). Pero desde su entorno insisten en que está listo para recuperar el terreno perdido.

«Siempre es bueno estar aquí», dijo Nadal en el Principado. «Siempre tengo sentimientos especiales y estoy feliz de estar de vuelta. Es el lugar adecuado para jugar al tenis. Tuve buenos entrenamientos en Mallorca y aquí y espero estar listo para la acción. Estoy aquí para tratar de hacer lo mejor posible en cada partido y no sé hasta dónde pueda llegar, pero haré todo lo posible para jugar bien». Se le espera.

Aljaz Bedene es el primer rival del español. Se trata de un tenista de 26 años, 60 del mundo, finalista esta temporada en Chennai y que se impuso al checo Lukas Rosol en la primera ronda de Montecarlo por 6-2 y 6-3 en algo más de una hora.