Ferrer da vida a España

España puede estar tranquila con un jugador como Ferrer, pletórico en sus dos puntos. Brilló el viernes ante Stepanek y lo ha bordado el domingo ante Berdych, reducido el héroe local por un tenista descomunal. En este Ferrer hay tenis infinito y su último partido de la temporada sólo podía acabar con victoria . Son 76 en este 2012 irrepetible que podría cerrarse con esta Davis. De locos.

El arranque de Ferrer ha sido volcánico, un torbellino que se ha llevado por delante las ilusiones del O2 Arena de Praga. La gente esperaba cerrar la final con su número uno y ahora se inquieta ante la posibilidad de que se escape algo buscado desde 1980. La única Ensaladera Fue en tiempos de Ivan Lendl, vitoreado antes del encuentro porque se le ha brindado un homenaje.

Ferrer acabó con el ambiente festivo desde el primer punto. Torturó a Berdych con unos intercambios llenos de intención , de un lado a otro para desgastar las castigadas piernas del centroeuropeo. Berdych llevaba una paliza de los días anteriores y no es Ferrer un buen negocio para estas situaciones, más bien todo lo contrario.

Si Berdych tenía alguna opción pasaba por acortar los puntos, resolverlos en tres o cuatro golpes. El problema es que pretendió debatir de forma absurda con Ferrer en el fondo de la pista y salió muy perjudicado de la pelea, previsible desde los dos primeros juegos. Ferrer ganó su saque en blanco y de inmediato se apuntó un break para coger carrerilla.

Lo hizo todo bien. Cambió el ritmo cuando era necesario, buscó ángulos imposibles, desquició a su enemigo cada vez que asomaba por la red y sacó con mucho criterio, variando las direcciones en función del momento y con un porcentaje altísimo. No había manera de que Berdych encontrara un antídoto, Ferrer estaba encendido y finiquitó su clase magistral con otro break.

Jugó ese primer set desde la confianza y empezó el segundo exactamente igual, con un 3-0 a su favor que le dio alas. Mantuvo la velocidad de crucero, una clase magistral de tenis que debe quedar en la memoria. Su triunfo se recordará por la importancia siempre y cuando Almagro sume el quinto punto, pero debería prevalecer por sí solo. En una pista rapidísima, bajo techo, destrozó a Berdych, seguramente uno de los jugadores que mejor se adapta a esa superficie .

Con un resto marca de la casa, su mejor arma para desactivar a tipos de este estilo, rompió otra vez a Berdych en el tercer juego de la tercera manga, algo más nivelada que las otras . El banquillo español se llevaba las manos a la cabeza en cada punto porque Ferrer siempre mejoraba el anterior.

Hubo un momento de dudas, comprensible porque era impresionante mantener ese nivel. Ferrer perdió saque por primera y única vez en el octavo juego , pero recuperó la ventaja al quebrar en el undécimo. Fue definitiva y pudo cerrar el punto para dar vida a España, que ahora se entrega a Almagro. La sexta Davis está a un paso.