Una cuarentena sin red para Rafa Nadal

El tenista ha liderado junto a Pau Gasol la corriente de solidaridad del mundo del deporte para recaudar fondos contra el coronavirus. Otra vez el Nadal más solidario, el que no tiene reparos en remangarse para achicar agua si hay una inundación en su isla y que ha sido el primero en ponerse al frente de la lucha para frenar la enfermedad que mantiene paralizada a España.

A los diferentes proyectos benéficos en los que participa estos días, el balear sumó ayer uno más, tras confirmarse su participación en el «Mutua Madrid Open Virtual Pro» . Se trata de un campeonato de eSports organizado por los responsables del torneo madrileño que, a falta de tenis en la Caja Mágica, han querido aglutinar a varias de las mejores muñecas del mundo para luchar contra el Covid-19. El evento contará con tenistas como Nadal , Murray, Isner, Bertens o Carla Suárez, que cambiarán su raqueta por el mando de la consola del 27 al 30 de abril. Conociendo a Nadal, a estas alturas llevará varios días jugando sin parar a la consola. Ganador compulsivo, no querrá dejar ningún detalle al azar para que su participación en el torneo, que repartirá en total 300.000 euros para paliar los daños del coronavirus, sea lo más exitosa posible.

Con la temporada paralizada y sin visos de retomarse, el tenis ha pasado a un segundo plano para Nadal . A sus 33 años, un año en blanco no es lo mejor para él, pero el español prefiere pensar en positivo, sabiendo que este descanso que le está dando a su cuerpo puede venirle bien cuando regrese el circuito. Los Juegos de Tokio –aplazados a 2021– y el récord de títulos de Grand Slam de Federer (estaba a uno de igualar al suizo) quedan ahora en suspenso.

Por ahora, además de continuar con su preparación física y técnica a las órdenes (telemáticas) de Moyá, Forcades y Maymó –sus hombres de confianza– , Nadal prefiere emplear mucho de su tiempo en preocuparse de que los chavales que se han tenido que quedar pasando la cuarentena en la academia que lleva su nombre estén bien. Con ellos y con los responsables del centro mantiene una relación estrecha estos días.

Para un tipo acostumbrado a viajar por el mundo durante la mayor parte del año, estar en casa durante más de un mes es una sensación extraña. Aun así, Nadal se ha acostumbrado a la situación provocada por el coronavirus y ha encontrado fórmulas para pasar el tiempo libre de la mejor manera. Al balear se le ha podido ver cocinando para su mujer y jugando al tenis en el jardín con su hermana. También ha aprovechado para intentar mejorar su golf, aunque –como le confesaba a Rory McIlroy en un mensaje en sus redes sociales– sin mucho éxito.