Djokovic, imparable en 2015

Pero al serbio se le nota inspiradísimo. Al checo le endosó uno de los nueve 6-0 que ha conseguido este curso. Otro, a Andy Murray en la final de Miami. Datos que lo hacen invencible a estas alturas de la temporada, recién aterrizados en la tierra batida.

Sobre el polvo de ladrillo es donde quiere brillar más que nunca Djokovic. Ya sabe lo que es ganar en el torneo monegasco, también en el Mutua Madrid Open y en Roma. Por eso, el objetivo del año es, sin duda, Roland Garros. Incluso en ese 2011 de matrícula de honor, el serbio se quedó sin rellernar el hueco que queda en su vitrina de Grand Slam. A Nadal lo ganó en Montecarlo, pero nunac lo ha ganado sobre la Philippe Chatrier. Y el balear está en el camino de reconstrucción. Se presagia una batalla de gladiadores, aunque es el español quien cuenta con las estadísticas a favor.

«Nos hemos encontrado tantas veces (42), que no tenemos secretos entre nosotros. Él ha jugado mejor al inicio, pero he podido recuperarme y ser muy preciso en los puntos importantes», explicaba el número 1 del mundo. Esos momentos claves en los que sacó su calidad para someter a su rival. Esos momentos en los que, con 40-0 en contra, supo hacer valer su mejor condición física y mental para doblegar a Nadal y mantenerlo a raya con un doble 6-3 en 97 minutos.

Si en 2011 logró también el de Dubái -este año se lo quitó Federer-, el serbio puede sumar el torneo monegasco, que se lo arrebató Nadal en el mejor año de su carrera. Hoy, ante Berdych, volverá a pasear su calidad, su confianza y su tenis. Y veremos quién lo para.