masters 1.000 de montreal
Rafa Nadal, un campeón sin fisuras
El balear logra su octavo título del año en diez finales tras una aplastante victoria ante Milos Raonic (6-2 y 6-2)
l. m.
El saque, la mejor arma de Milos Raonic, lo perdió pronto. Camino allanado para Rafa Nadal que sabe como nadie estudiar a los rivales y darles a cada uno la batalla que más les duele. Ante el canadiense, toda la grada a su favor, ... el balear aguantó los cañonazos y trató de restar a los pies, o al menos, meter la pelota en juego. Sabía que así podría tener más opciones de ganar, abismal la diferencia entre ambos jugadores en el fondo de la pista . Nadal, en uno de los partidos más cómodos de todo el torneo, se proclamó campeón por derecho propio. Y alza el segundo Masters 1.000 de cemento de la temporada, su octavo mordisco . Nadal es muchísimo Nadal. [ Así hemos narrado el partido ]
Fue la grada el primer rival del español, roja por completo, aplaudió en pie la salida de su jugador, exultante por alcanzar su primera final. Cada saque era una alegría para los locales, fascinados por tener a un compatriota luchando por un título. Pero al otro lado de la red estaba Nadal y eso es decir mucho. Si uno saca bien, el canadiense, el otro no le va a la zaga y solventó sus juegos con poderío. Como siempre, con paciencia y ajustando la pelota a los huecos que dejaba el rival , el balear apuntaló la victoria en cañonazos que le salieron de la derecha. A una esquina, a otra, a una línea, a otra línea. A Raonic, imposibilitado por su gran altura a moverse al son que marcaba Nadal , solo le quedaba el saque y, cada vez con más nervios, regalaba ante el estupor de sus compatriotas.
Rápido y a la vez muy tranquilo, el balear consiguió el primer set en 32 minutos cediendo apenas dos juegos , sudando lo mínimo porque este Nadal, más agresivo desde su vuelta al cemento, jugó a placer con el canadiense, que sufrió ante las derechas y ante los cortados. Tan alto como incapaz de agachar las piernas con la movilidad necesaria.
Ni siquiera el cambio de set modificó en algo la actitud de Raonic, que continuó perdiéndose entre los servicios y las derechas estrelladas en la red. Ningún recurso le valía al canadiense , que no supo jugar su tenis y acabó haciéndose cada vez más pequeño ante la inmensidad de un Nadal que sigue creciendo en fuerza y en agresividad. Otros dos juegos aguantó el héroe local en el segundo parcial. Un sabor agrio en su boca porque no esperaba ceder con tanta facilidad una final que ansiaba desde niño.
Nadal, flamante campeón, alza los brazos y muerde su octavo título en este 2013 incomensurable. Nadal, flamante campeón, sigue líder del año y a partir del lunes recupera la tercera posición del ranking. Nadal, flamante campeón, comienza además el Masters 1.000 de Cincinnati con la posibilidad de seguir sumando puntos y de arañárselos a sus rivales. Y en el punto de mira, el US Open .
Rafa Nadal, un campeón sin fisuras
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