¿Qué pasó con... Antonio Gelo?

¿Cómo ha preparado el próximo Zurich Maratón de Sevilla?

Lo que he hecho prácticamente es andar unos diez o doce kilómetros diarios. Y un día o dos a la semana cogía la bicicleta y hacía unos treinta o cuarenta kilómetros. Este año procuraré hacerla andando y trotando A ver si la puedo terminar.

Las ha acabado todas.

Todas, todas, desde 1985.

Eso tiene mucho mérito.

Sí, porque ha habido años en que lo pasé mal. Una vez tuve una rotura fibrilar en enero, así que la corrí prácticamente sin entrenar. Otro año tuve una operación en diciembre y también me vi muy justito.

¿Su mejor tiempo?

2.52 en 1998. De tres horas he bajado también en 1984 y 1997.

¿Recuerda la primera edición?

Perfectamente. La organización no era la mejor. Los kilómetros estaban marcados, pero lo mismo tenían mil cien metros que 900. No estaban bien puestos. Ahora está muy bien todo y la organización también. Ha evolucionado mucho, mucho. La carrera, para mí, es perfecta.

¿Cómo era el circuito del 85?

Salía del Prado y terminaba en la Plaza de España. El centro se recorría a la vuelta, desde la Alameda de Hércules, dirección Plaza Nueva y Catedral. También salía a las afueras, a la zona de Santa Clara, Su Eminencia...

¿Hace mucho que no ve a los otros cuatro magníficos?

Hace poco me ha llamado Eduardo Silva, que fue maestro mío. A Antonio González, que vive en Salteras, lo veo algunas veces. Julio Molina vive en Gerena y Luis Caballero, en El Puerto de Santa María.

¿El momento más bonito que vivió en el Maratón de Sevilla?

Cuando terminé la edición número 25. Me puse ese objetivo cuando comencé a correr. Fue el momento más ilusionante que he vivido.

¿Y el momento más duro?

El más difícil fue en 2007, porque tuve una rotura fibrilar en el gemelo jugando al tenis y hasta el día 3 ó 4 de febrero no me dieron el alta. Lo único que pude hacer fue andar seis o siete días. A los cuatro o cinco kilómetros me tenía que parar. Y en 2005 hizo mucho frío y llovió mucho.

¿Las amistades que se generan es lo mejor que da el maratón?

Exacto. Se hacen muchos amigos porque hay mucho apoyo y nos ayudamos mucho los unos a los otros.

¿Corrió alguna antes de 1985?

Sí, en Granada en 1983.

¿Y qué pasó?

Que quedé tan mal que cuando la acabé dije que ya no corría más.

Pero luego le entró el gusanillo.

Sí. A la semana ya estaba entrenando. Eso fue en octubre del 83 y ya en el 85 empecé a entrenar para la de Sevilla. La de Granada la corrí porque un amigo de Murcia me dijo que probara. Yo jugaba al fútbol entonces. Y con el entrenamiento del fútbol, cuando llegué al kilómetro 30, no me respondían las piernas.

No eran muchos entonces los que corrían maratones...

Qué va. Yo me entrenaba aquí en el pueblo a las nueve de la noche en enero, cuando acababa de trabajar. Ahora está todo el mundo muy bien preparado y equipado.

¿Ha practicado algún deporte más, aparte de fútbol y las carreras?

Bicicleta muchos años, pero en carreras no federadas. Y me he llevado doce años jugando al tenis.

¿Alguno de sus hijos ha seguido su estela?

El tercero me ha acompañado dos o tres veces y mi hija tiene esa ilusión, de correr la maratón conmigo. En 2020 se la estuvo preparando, pero se lesionó unos días antes y ya no pudo disputarla.

¿Algún deseo para el 20 de febrero?

Acabar la carrera sin problema alguno.