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El Madrid juega como los ángeles

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El líder gana con claridad al Elche; el VAR anuló tres goles a los madridistas; brilló Benzema, marcó de nuevo Valverde y Rodrygo dio tres asistencias de gol

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Benzema celebra el gol con Valverde y Modric AFP

Alguien dijo una vez que el fútbol son las áreas y el resto propaganda. La frase era perfecta para describir la gala del Balón de Oro que premió a Courtois y Benzema, solo las áreas, según un sistema internacional de propaganda (con origen en España) ... que tardará en reconocer, si reconoce algún día, el fútbol actual del Madrid.

El Elche no había ganado y el Madrid no había perdido, pero Ancelotti se guardó muy poco y sacó un ofensivo 4-3-3 con Alaba en el lateral. Fútbol de alegría colectiva desde el principio. En el minuto 6 se le anuló un gol a Benzema por un capilar, en una jugada iniciada en Vinicius que volvió a insistir, con Alaba de lanzadera, poco después, en lo que acabaría siendo el 0-1, otro disparo de Valverde desde fuera del área, esta vez de zurdazo exterior. La jugada nacía en Vinicius, como nacieron los goles contra el Barcelona.

A Vinicius lo refinó para el gol Ancelotti, y Ancelotti ha hecho algo parecido con Valverde animándole a chutar más. El sentido del consejo es similar: 'pensar poco' le dijo a Vinicius, y 'no pensárselo' le ha transmitido a Valverde, que dispara en cuanto ve la oportunidad. Solo por estas dos gestiones Ancelotti merece un monumento.

El Mundial va a interrumpir uno de los mejores Real Madrid que se recuerdan. EL equipo comenzó a hacer un juego excepcional, un circuito de pases salpimentado con sombreros y caños. El equipo está a la altura de lo mejor de las últimas décadas: la Quinta, instantes de los Galácticos, los meses dulces del primer equipo de Ancelotti, el Madrid de Zidane que ganó en Cardiff… Es un fútbol combinativo y armonioso que llegó a su cima durante el partido en una jugada de Alaba que acabó en gol, también anulado. Alaba partió de la posición de lateral avanzado y se metió en el área pequeña haciendo tres paredes con tres jugadores distintos. Al llegar ante Badía, batió con pulso de delantero. Un gol extraordinario que coronaba una media hora de juego a la altura de la primera parte contra el Shakhtar, y que quedará para el limbo porque el VAR lo anuló por milímetros, por la superficie saliente de un codo, una verruga, un nudillo o media cresta ilíaca. La anulación de ese gol fue otro ejemplo de tecnología al servicio de la mediocridad. El VAR se usa en España con exceso de celo, como una inquisición, una censura del talento, una tecnología tacañona, mala sombra, recelosa, aniquiladora del fútbol. El 'tirar la línea', que tiene poco más o menos la ciencia de 'tirar una caña', se ha convertido en el gesto técnico más importante del fútbol. El VAR es antifutbolístico y lastra de negatividad el juego. Ha invertido el sentido. Es como si ya todo empezara preanulado, como si todo lo que pasa estuviera por defecto cancelado y solo por la revisión pudiera nacer, ver la luz, celebrarse. De esta forma, lo creador no es la maravilla (la maravilla de Alaba con sus tres paredes trenzadas) sino la línea del juececillo del VAR, que es una línea que empezamos a sentir como las líneas rectas déspotas que trazaron las fronteras de los países africanos. Así de caprichosas son. Esas anulaciones de goles como soles por el VAR las sentimos como los ataques de las locas de la pintura contra los girasoles de Van Gogh: atentados al patrimonio y al arte futbolístico.

Cómo sería que el Madrid se deprimió. Esa decisión aplanó el partido, y el Madrid dejó de jugar como estaba jugando y ya lo único que sucedió hasta el descanso fue un percance de salud en la grada que exigió asistencia y parar el juego. Lo curioso es que con tanto árbitro, tanto VAR y tanto pinganillo, tuvo que ser Benzema, con su ojo de 360ª , el que avisara al árbitro de la incidencia.

Tras el descanso ya no regresó ese Madrid pirotécnico. El partido estaba 0-1 y el juego madridista se hizo más prudente y ordinario, sin perder el control. Le anularon un tercer gol (segundo de Benzema) y el Elche, sintiéndose vivo, ya forzó en el 70 una parada de Lunin. Esto fue definitivo y Benzema sentenció inmediatamente, ya sin apelación posible de VAR, tras una asistencia de tacón de Rodrygo, pequeño 'padawán', Benzema de Benzema, que aun le dio el tercero a Asensio.

El II Madrid de Ancelotti está jugando por momentos el fútbol más espectacular y equilibrado que se ha visto en España en años. Con humildad lo dejamos aquí escrito, aunque estos certificados se expidan en otras ventanillas.

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