El laberinto de Dani Carvajal

El lateral, que cumplió ayer 30 años, es un futbolista de recorrido explosivo, propio de su demarcación. Un carrilero moderno y de equipo top, como lo es el de Leganés , debe pasar tanto tiempo de medio campo hacia adelante como de medio campo hacia atrás, lo que requiere una preparación de atleta de élite, algo que no es sencillo de lograr en un deporte donde puedes llegar a competir sesenta partidos por temporada. Hasta hace un par de campañas, cierto es que su currículo de lesiones no era muy amplio, aunque sí que las había sufrido. Todo madridista recuerda tanto en Milán como en Kiev cómo tuvo que irse antes de tiempo de ambas finales de Champions por sendas lesiones musculares y cómo se quedo sin jugar el Mundial de Brasil en 2014 y la Eurocopa de Francia de 2016.

Ahora bien, lo que Carvajal lleva padeciendo desde hace año y medio ya no parece normal. El curso pasado sufrió cinco lesiones, cuatro de ellas musculares. Solo jugó 1.176 minutos repartidos en 15 partidos. El dato es aún más preocupante si lo llevamos a año natural. En 2021, Carvajal jugó el 40% de los minutos totales que disputó el Real Madrid, cifra que contrasta con el 65% de 2020 o el 70% de 2019. Hasta el año recién acabado, el más bajo de participación fue 2017, con un 60% de los minutos jugados. Datos todos ellos muy por encima de lo sucedido en 2021.

El fútbol es hoy un deporte más físico que nunca, con periodos testimoniales de vacaciones y encuentros tres veces por semana. Esto obliga al futbolista a ser muy escrupuloso y estricto en toda su rutina diaria, y eso está haciendo Carvajal , pero tampoco acaba de dar con la tecla definitiva. Por ejemplo, en el tema de la alimentación: «Las cosas son mucho más simples y sencillas de lo que se tiende a complicar. Los jugadores no tienen que volverse locos, simplemente seguir una dieta más centrada en lo que le supone un esfuerzo físico elevado. Entiendo que cada jugador busque personalizar su alimentación y tengan incluso nutricionistas privados, pero eso no quiere decir que lo que a él le vaya bien sea lo mejor o lo más correcto», explica a ABC el doctor Antonio Escribano, una eminencia de la nutrición deportiva.

Según el galeno hay que esperar un tiempo largo para ver si los cambios en una dieta ayudan a evitar tanta lesión. Escribano considera que el gluten y el trigo, a no ser que se sea intolerante a ellos, no son perjudiciales para un futbolista pero ve bien su apuesta por los alimentos que contienen solanáceas: «Son plantas de hierbas. Así están incluidas la patata, el tomate, el pimiento o la berenjena, todo eso son plantas solanáceas que son abundantes en hidratos de carbono y pueden venir bien para la recuperación muscular».

Carvajal ha sufrido dos lesiones en este curso, ambas en el sóleo. La primera le tuvo cinco semanas parado. La segunda, sufrida en el derbi liguero de hace un mes, acaba de darla por finiquitada. En total ha jugado, entre Liga y Champions , 16 partidos y acumula 1.076 minutos, casi los mismos que el pasado curso. La mejora está ahí, y es evidente. En números, y en sensaciones. Con él, el Madrid es mucho mejor en la banda derecha, tanto en ataque como en defensa, y ejerce de talismán: 14 victorias y solo dos empates, pero el vaso también se puede mirar medio vacío. Solo ha jugado el 44% de los minutos y se ha perdido 11 de los 27 partidos, un 40% del total.

Por ahí tiene Ancelotti su gran duda de cara al once de esta noche en Riad, ante el Barça. Con Lucas Vázquez a buen nivel y el peligro de tener delante a jugadores desequilibrantes y rápidos como Ansu o Ferran, el técnico italiano medita si la mejor decisión es darle la titularidad a Carvajal tras un mes parado o apostar por la fiabilidad del gallego. En un torneo de dos partidos, y teniendo en cuenta los antecedentes, quizás lo más sensato sea ser prudente. Dani Carvajal, sí, pero no.