Ancelotti exige más intensidad defensiva al Real Madrid

Con Mbappé en la mesa de trabajo de los dirigentes, el Real Madrid mantuvo la portería a cero por primera vez en esta Liga, pero «Carletto» no estaba contento. Sus hombres jugaron bien quince minutos y después olvidaron la intensidad y dieron vida al Betis, que tuvo tres claras oportunidades de gol. «Nos faltó presión», detallaba el técnico. Habló con sus hombres, les exigió ese esfuerzo y el Real Madrid venció. El problema, sin embargo, se ha repetido en los tres partidos disputados y eso significa que hay que atacar ese frente.

El máximo responsable deportivo del Real Madrid reflexiona que esa carencia de intensidad les costó dos puntos en el Ciudad de Valencia, donde los blancos sufrieron tres goles . También faltó en el primer tiempo frente al Alavés, hasta que Benzema y Vinicius cogieron las riendas del equipo.

Hazard, Bale e Isco son los hombes que peor defienden en el esquema de Carlo y el primer damnificado por esa deficiencia ha sido el belga, que ha visto cómo Vinicius le quita la titularidad y se apuntala en ella con buenas actuaciones y tres goles. El brasileño, además, defiende bien con su capacidad física para subir y bajar con velocidad. Hazard, la verdad, no defiende nada.

Bale tampoco defiende. Ha mantenido el puesto hasta ahora, pero es cambiado siempre a la hora de juego, para dar sitio a Rodrygo o Asensio. Las dos viejas figuras de la delantera han recibido las oportunidades del entrenador y no las han aprovechado. El caso de Isco es distinto. Ha jugado porque están ausentes Modric y Kroos. Los dos centrocampistas reaparecerán el 12 de septiembre frente al Celta en el Bernabéu.

Ancelotti valora que el Real Madrid defiende mejor con Alaba de central. Es donde le gusta, porque aporta mayor consistencia y seguridad. En las dos primeras jornadas ejerció de lateral izquierdo y los blancos soportaron un gol en contra en Vitoria y tres en Valencia. El austríaco jugó en el centro de la retaguardia en el Villamarín y, a pesar de esos problemas de intensidad general, su equipo no recibió ni un gol.

Es evidente que la obsesión del «allenatore» es la eficacia defensiva. Sabe que su equipo al final siempre marcará al menos un gol, por la calidad existente, y le preocupa dejarse puntos, como sucedió en campo del Levante, por la debilidad en el sistema destructivo. Exige que cada futbolista se encargue de «su» rival cuando no tienen el balón.

Lamenta que esa inconsistencia les haya costado dos puntos. Quería irse con nueve al parón de selecciones y suma siete. Aunque el balance general del estreno de la temporada ha sido óptimo, con buen fútbol y sensaciones positivas, no se conforma. Piensa que han perdido dos puntos.

El club está contento con su trabajo, con su apuesta de contar con los jóvenes talentos y con su sabiduría para hacer los cambios necesarios cuando el equipo lo requiere. Ha acertado con sus revoluciones en las segundas partes de las tres jornadas. Sabe medir bien al equipo y lo que requiere en cada momento. Es un Ancelotti más dinámico que el de hace seis años, con alineaciones abiertas y una competencia por el puesto que él mismo alimenta.