Sevilla FC

La semana de todo en Nervión

La Copa, la 'final' contra el Cádiz, el arreón al mercado y una difícil entente entre los grandes accionistas, claves

Si no prospera la vía del diálogo, Del Nido anuncia acciones judiciales para intentar apartar al consejo

Monchi, Del Nido Carrasco, Castro y Gabriel Ramos Raúl Doblado / ABC

Semana muy importante la que arranca para un Sevilla FC sumido en el caos deportivo y la parálisis institucional. Realmente, todas las van a ser de aquí a junio por el lío en que se encuentra metido el equipo. Ésta, en cualquier caso, ... ofrece la posibilidad de recargar los depósitos de moral o, de lo contrario, empeorar la situación hasta el extremo. Para empezar, y pese al decadente panorama futbolístico, el Sevilla FC tiene la impagable opción mañana de meterse entre los 8 aspirantes a pelear por la Copa del Rey si consigue doblegar en Mendizorroza a un conjunto de Segunda como el Alavés. Luego, el sábado, le espera en el Sánchez-Pizjuán un rival directísimo por la supervivencia: el Cádiz . O el equipo sale airoso o la cosa se complicará de forma demasiado angustiosa. Entretanto, son horas fundamentales también para que la dirección general deportiva de Monchi , extralimitada de recursos, dé un golpe en la mesa y consiga cerrar varias de las operaciones que mantiene abiertas, superado ya el ecuador del mercado de fichajes. Monchi está muy desgastado, medita cualquier posibilidad a final de temporada. Todo lo ocurrido con Lopetegui erosionó excesivamente sus flujos con el consejo. Pese a todo, jamás dejaría en la estacada al club de sus amores en una realidad tan delicada como la actual. Hace de tripas corazón.

De igual manera, el futuro institucional afronta días concluyentes. El viraje en el gobierno de la entidad parece cada vez más cercano, aunque sellar acuerdos concretos entre las dos cabezas visibles de la guerra accionarial, Castro y Del Nido , se antoja complejo en el corto plazo. El primero se mantiene con el apoyo de las familias sevillistas Alés, Guijarro y Carrión, un respaldo que en algunos casos ya no lo es tanto de puertas hacia afuera. El deterioro y las dudas son inevitables. Del Nido abrió la posibilidad del diálogo la semana pasada y el presidente del Sevilla FC recogió el guante, aunque con condiciones y aspiraciones que no parecen compatibles, de momento, con la hoja de ruta que quiere marcar su antecesor. Castro emitió un comunicado en el que, en efecto, acepta reunirse «por el bien del Sevilla», reconociendo claramente que «debemos estar unidos», pero advirtiendo que no admitirá «tonos amenazantes» ni que el expresidente siga en su idea de incumplir «lo firmado», en palmaria alusión a la vigencia del pacto de gobernabilidad rubricado entre ellos mismos y que, hoy por hoy, no discute la condición de José Castro como máximo mandatario de la entidad.

Por su parte, la familia Carrión , que ostenta un 15 por ciento del capital social del Sevilla FC y que ha venido apoyando a Castro durante su mandato, señaló igualmente en otro comunicado la necesidad de sentarse «para alcanzar un acuerdo accionarial global y no excluyente, dando voz a todo el accionariado sevillista, en beneficio de la sociedad y del sevillismo, donde todos rememos en una misma dirección». La vía del diálogo, con la participación de todos los grandes accionistas, se presenta a priori como la mejor solución para atajar un clima de inestabilidad alarmante. El Sevilla FC necesita acabar de forma urgente con la tremenda sensación de vacío que transmite el club y que está lastrando poco a poco a todas sus parcelas.

Desde la parte opositora, Del Nido Benavente fijó esta semana como clave. Si no se producen los encuentros, el expresidente anunció que iniciará las acciones legales pertinentes para apartar al consejo de administración, el cual deduce el abogado que sería «judicialmente cesado», sin necesidad de celebrar siquiera una nueva junta de accionistas. Si no hay entente con las principales familias sevillistas y el propio José Castro, Del Nido ha llegado a aventurar una victoria en las cautelares en el Mercantil que le daría la presidencia «en no más de tres meses».

El abogado, entretanto, sigue haciendo acopio de acciones . Insiste en que en el punto diez del orden del día de la pasada junta de accionistas del 29 de diciembre, relativo a la remoción del consejo de administración, habría salido el «sí» al cese si lo hubieran dejado votar. Concretamente, con una diferencia muy superior a las seis mil acciones ; y en el caso del punto trece del orden del día, el ejercicio de la acción social de responsabilidad, sensiblemente superior a las cinco mil. Las acciones que no pudo utilizar, las suyas personales, son 25.520. Hay que reseñar, en este sentido, el papel importante también de los accionistas minoritarios . Podrían volver a marcar diferencias en próximos escenarios. Muchos de ellos no sólo retiraron su apoyo al grupo de Castro sino que se lo dieron a Del Nido en la última asamblea. Un Del Nido que defiende su estrategia desde la convicción de que las resoluciones de los juzgados no le impedían votar y que el consejo, por tanto, no permitió que se ejerciera su derecho en esos puntos capitales, con la connivencia de todos sus miembros.

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