Sevilla FC
Emilio de Dios: «Fuimos a por Raphinha pero Óscar Arias nos dijo que no podíamos incluirlo»
El que fuera pieza clave en el scouting del Sevilla y artífice del fichaje de Mendilibar cuenta que «Sampaoli era un tipo raro» y rompe su silencio tras salir del club en la etapa de Víctor Orta: «A veces no hablo»
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F. M.
Era uno de los profesionales mejor valoradas del organigrama deportivo, pero fue despedido por el Sevilla FC junto a Fernando Navarro antes de concluir la temporada 2023-24, con Víctor Orta ya al frente de la dirección deportiva. El Sevilla adujo motivos económicos, ... ahorro dentro del severo plan de recortes de la entidad. De Dios, asturiano, creció dentro del club, era el engranaje fundamental en el scouting, trabajó con Óscar Arias, Caparrós, codo con codo con Monchi y fue pieza clave para fichar a José Luis Mendilibar como salvador del Sevilla y ganador de la última Europa League.
En una interesante entrevista con Senén Morán en 'Comemos Podcast', ha analizado su intenso paso por el club de Nervión: «Me siento muy orgulloso de haber sido partícipe de, en el momento jodido en el que estábamos, que Mendilibar entrenase al Sevilla FC. Es un tipo que a mí me me ha caído bien desde desde siempre, desde que yo empecé en la dirección deportiva, y no fue una llamada osada, desde el punto de vista que nunca había entrenado a un club así. Estábamos jodidos, para descender a Segunda, y nos ayudó a ganar la segunda Europa League de mi etapa«, explica Emilio de Dios.
«Estaba con Monchi y Fernando Navarro sentado, analizando la situación de que teníamos que cambiar de técnico. Iba a ser un desastre (con Sampaoli), lo estaba siendo, y nos iba a llevar a una dinámica de resultados muy jodida. Se hicieron llamadas a varios entrenadores, ya había salido el nombre de 'Mendi' y, de repente, Monchi dice 'es que como no firmemos a éste, que es el que sabe ganar a todos esos equipos de ahí abajo...'. Y, efectivamente, el primer partido es en Cádiz y y ganamos 0-2. Si lo hubiéramos perdido, nos habríamos metido en un desastre. Al final, acabó levantando la Europa League. Dos eliminatorias atrás, le dije a mi mujer que pidiera el día de la final (en el trabajo) y dos más para celebrarlo en Sevilla. Teníamos a Manchester United y Juventus. Mi mujer no se lo creía, pero yo le insistía. El autoconvencimiento de hacer las cosas para ganar te da un subidón diario. Estábamos convencidos todos«, detalló el gijonés.
Y es que el que fuera scouting manager del Sevilla nunca olvidará aquellos meses convulsos en los que Jorge Sampaoli, antes de ser relevado por Mendilibar, se hizo cargo del equipo en su segunda etapa en Nervión: «Sampaoli era un tipo raro. La gente del club hablaba de que de su primera etapa a la segunda había cambiado mucho, no creo que a mejor. No estaba rodeado de los mejores para él... Un incendio al lado de la gasolina no creo que sea lo mejor, así que resultaba difícil. Tenía un concepto de juego que no creo que sea el mejor para instaurarlo a mitad de temporada, sino que precisaba de un trabajo previo en verano, mientras que él llegó con la temporada empezada y unas ideas... Es un excéntrico cerrado. Cerrado el mercado, me pedía 'Emilio, necesito un hombre libre'. Y yo le decía, 'claro, ya sólo puede ser uno libre, porque el mercado está cerrado'. Y me respondía: '¿Por qué está cerrado el mercado para mí?'. Yo le decía que no era sólo para él, sino para todos«.
En cuanto a los profesionales con los que trabajó en el Sevilla, Emilio de Dios ensalza la labor de todos, aunque a tenor de sus palabras se intuye que el feeling con Víctor Orta no fue el mejor durante los meses que coincidieron y en los que se fraguó su despido: «Estuve la última temporada con Víctor. De todo se aprende. He aprendido de Óscar, su tranquilidad; de Joaquín, su adaptabilidad y de Monchi, que ha sido un maestro. En todos los años que llevo de carrera, no creo que encuentres una frase suelta, declaración o mensaje de texto donde yo hable mal de alguien. A veces, no hablo«, sentenció.
Para finalizar, recuerda curiosas historias en Nervión y algún que otro fichaje que se quedó en el tintero: «En Sevilla había una ventaja grande para un secretario técnico, ya que existía un núcleo duro de técnicos que llevaba mucho tiempo trabajando junto. Hay 'veintipico' ojos que te van filtrando el scouting. Eso te lleva a que el técnico de Portugal te diga en el mes de octubre 'Raphinha, del Vitoria de Guimaraes, es un fenómeno'. Salía a 8-10 millones, nos posicionamos y Óscar Arias nos dijo que no podíamos incluirlo, porque teníamos todas las fichas ocupadas en plantilla«. Algo similar pasó con Koundé: «Le dije a Caparrós que era el mejor que podíamos firmar. Eso sí, le advertí de que nos iban a pedir un precio muy alto. Así fue. Nos sentamos con él y su agente, pero no lo firmamos. Un año después, Monchi, capaz de dominar todo lo que está en el ratio de acción de un director deportivo y más, hizo la misma pregunta. '¿Qué central firmamos?' Dijimos Koundé y reconoció que lo tenía entre ceja y ceja. Nos reunimos otra vez con Jules y lo fichamos«, concluyó el asturiano.
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