A este Sevilla me lo han pasado por Pesadilla en la Cocina

Normalmente estos partidos sirven para ver caras nuevas. Pues hoy en día lo más novedoso del Sevilla FC es que Rakitic no se peina . Coño, que presenten al menos al médico nuevo y que en vez de unas pataítas pa la prensa se pegue dos o tres chorretaso de réflex, ajín vasilando .

Vaya tela el nuevo, fuera de la convocatoria otra vez. Está más perdío que una gaviota en Albacete. Dos partidos y dos ausencias. Más que Marcao es Desmarcao . Como esto se convierta en tónica habitual va a jugar los mismos minutos que Rony Lopes.

En el centro de la zaga parece que se afianza el comandante Rekik, con toa la cara de un guardaespaldas del malo ruso de James Bond. Al lado del matón, José Ángel, la esperanza canterana sevillona de este verano. Con deciros que al verlo de perfil se le está poniendo carita de Sergio Ramos...

La primera mitad dejó claro que el Sevilla ya no juega en horizontal y parece haber olvidado las porterías de fútbol-7 que hay en las bandas. El equipo vuelve a jugar con las porterías de siempre , las de los fondos, siendo muy vertical. Esencial que el Sevilla haga sentir al rival lo mismo que el filito del cartón del capirote a un nazareno, dolor de cabeza por presión arriba.

No es de extrañar que el Sevilla se adelantara pronto en el marcador. A Adán, como a muchos porteros béticos, le temblaron las canillas. Qué tendrá ese rojo palangana que a todos los pone estartaos . El portero madrileño erró un pase con el pie y le dejó el esférico a un Óliver Torres al que muchos dan por muerto o como moneda de cambio para fichar y que se marcó un partido tremendo. El bueno de Óliver le filtró un pase al Tecatito para que este hiciera el 0 a 1. Y mira que no tiene gol, pero como este año le dé por meterla, vamos a disfrutar con el mexicano.

No tengo ninguna duda de que Acuña ha nacido para jugar en este equipo. Lo tiene todo. Me voy a poner en modo José Luis Moreno presentando una actuación en «Noche de Fiesta»: Fiabilidad, dureza, garra, calidad, competitividad y más calle que una farola. Tiene esa picardía del que se ha criado jugando a la pelota en el barrio.

Otra de las buenas noticias fue el Coco Lamela , que volvió a ser el mismo de sus primeros partidos en el Sevilla. El equipo necesita jugadores como él, desequilibrantes y con gol en esa segunda línea de ataque. Ahí precisamente llegó una de las noticias que le endulzan la noche a uno. Entre bolinhas y pasteles de Belém apareció un Suso. Debutó de nuevo el gaditano con el Sevilla tras superar una larga lesión. Y decían que no íbamos a ver a ningún fichaje nuevo esta noche...

Ahora vamos con los puntos negativos, como Fernando. Él no es un punto negativo, Dios me libre de blasfemar, pero muchos insisten en que Monchi traiga un recambio para Fernando y mi pregunta es: ¿Tiene recambio Fernando? ¿Tiene recambio tu padre? No, ¿verdad? Pues Fernando tampoco. De hecho, en la segunda mitad, Lopetegui le dio descanso y el equipo volvió a parecerse al de las últimas jornadas de liga. Que lo clonen, es la única solución que le veo al asunto.

Luuk De Jong se fue de vuelta pa Holanda. Ahora el peso del gol recae en Rafa Mir y En-Nesyri , que son los únicos dos nueves del equipo y, de momento, ambos siguen fallando goles cantados. Oye, que lo mismo se descuelgan marcado 20 cada uno, como ya hiciese mi morito bueno hace dos temporadas, pero, a día de hoy, es más fácil verlos soltando improperios al cielo que celebrando un gol. Fichen ahí arriba, que la delantera hace llorar al más alegre.

Yoan Yordán es otro que me tiene preocupao. Ya estamos preparando la nueva temporada y él sigue tarumba. Quiero verle omnipresente de nuevo, ser un pulpo en la medular y celebrar los goles del equipo dándole puñetazos al césped.

El gol del empate lo hizo Paulinho. Siempre hay un paulinho en el Sporting de Lisboa . Creo que así lo obliga algún artículo de los estatutos del club.

Con ese empate llegó el partido al minuto 90 y el trofeo de los 5 violines se decidió en penaltis. Los primeros cinco lanzadores de ambos equipos hicieron gol y, en la muerte súbita, hizo lo propio un Gonzalito Montiel con cara de jugar obligado y con desgana. El lanzador portugués, en cambio, homenajeó a los centrales de los años 90 cogiendo carrerilla larga y centrada para darle un tremendo leñazo al esférico y mandarlo al larguero.

A pesar de la mala segunda parte del equipo donde sonó la música triste de esos 5 violines, me quedo con las buenas sensaciones. El Sevilla de los primeros 45 minutos parece un restaurante de los que pasan por `Pesadilla en la Cocina´, uno de esos que acabó la temporada pasada en declive, casi sin cuadrarle los números, pero al que parece haber visitado Lopetegui, vistiendo un delantal florido de Chicote, para detectar los fallos de su cocina y, con los mismos mimbres que disponía y un buen lavado de cara, hacerla funcionar de nuevo.