«Lo que más duele es no competir. Antes de recibir goles creo que hemos estado agresivos en las bandas, metiendo centros laterales. Ha sido un golpe duro, dos goles en dos minutos. Luego, hemos tenido ocasiones para meternos en el partido. Si llegamos a hacer ese 2-1, nos metemos en el partido. El único episodio que podríamos olvidar es el de esos dos minutos. Más allá de eso, tampoco hemos tenido que hacer grandes paradas. Hemos estado de pie, hemos competido y hemos dado una imagen respetable para el escudo, que es lo más importante», comentaba tras el partido a los medios oficiales del club.
Una de las grandes novedades en el equipo fue Manu Bueno, que actuó como centrocampista titular formando pareja con Lucien Agoumé. Quique Sánchez Flores calificó su partido como «extraordinario». «Tenía unas grandes expectativas puestas en este chico. Darle le doble pivote tiene un esfuerzo extremo. Estos chicos hacen todo lo que uno le pide. Es un valor incalculable para el Sevilla», señaló.
De cara a la última jornada, el entrenador lanzó la siguiente reflexión: «Hay que jugarlo, despedir la temporada y, después, enterrarla. Ha sido una temporada para olvidar. Ha habido episodios muy difíciles, muy incómodos. En este final nos hubiera gustado terminar con más partidos. Ha habido dos partidos en los que no hemos competido bien, hemos tenido más relajación».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete