Athletic - Sevilla: Convidado perfecto a la fiesta de los leones (2-0)
Raúl García y Muniain se despiden de La Catedral marcándole al Sevilla, que culmina una semana de sonrojo salpicada por el 'caso Navas' y la no continuidad de su técnico; el palaciego acaba lesionado y ovacionado
San Mamés, en pie, ovaciona a Jesús Navas
Athletic - Sevilla, las notas de los jugadores: que este castigo no sea vitalicio
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Iniciar sesiónEl Sevilla sigue despeñando su imagen en un tortuoso final de temporada insoportable para su gente. El equipo, que deambula en chanclas desde el preciso momento en que amarró la permanencia, sufrió este domingo en Bilbao ante el Athletic Club (2-0) su ... tercera derrota consecutiva tras el sainete defensivo de Villarreal y la inasumible imagen perpetrada ante el Cádiz. Para más bochorno, los goles locales fueron anotados por los dos futbolistas que se despedían, Raúl García y Muniain, completando la fiesta perfecta de los vascos. Ruborizante lo este Sevilla. La entidad de Nervión culmina así una semana de sonrojo, salpicada antes del viaje a San Mamés por el 'caso Navas' y la no continuidad de su técnico Quique Sánchez Flores. La última jornada de LaLiga que espera en el Sánchez-Pizjuán, contra el FC Barcelona, puede convertirse en un concierto de viento y decibelios disparados contra el palco y el equipo.
Y es que el sevillismo ha aguatando hasta donde ha podido un curso ignominioso, impropio de una institución como la nervionense. El resultado de San Mamés era absolutamente intrascendente a nivel de objetivos. Se dilapidaron todos hace tiempo. Pero la afición esperaba al menos un pequeño guiño después de días complicados, una mínima reconciliación con el equipo, algún alivio… nada de nada. El Sevilla FC está para que esto se acabe ya y poner su contador a cero.
En su penúltimo partido como jefe del vestuario sevillista, Quique tenía la sensible baja de Boubakary Soumaré por sanción. Era sin duda el momento del olvidado Joan Jordán, después de casi cuatro meses de su última titularidad y sin grandes cosas en juego en el duelo de San Mamés. Pero ni por ésas… el entrenador prefirió alinear por delante del catalán al canterano Manu Bueno en el centro del campo. Mazazo para el '8' sevillista. La caída de Jordán, un futbolista que fue indispensable para el equipo durante sus primeras temporadas, escenifica bien el deterioro generalizado de un plantel diseñado para Champions que no ha hecho más que devaluarse a velocidad de vértigo. El resto del once, sin sorpresas, y con Agoumé como único de los fichajes invernales de Orta en el campo. Fue de los mejores, por cierto. Y Navas, fatalidades del destino, tuvo que ser sustituido por lesión antes del descanso.
En el tema de los canteranos, no se puede negar que Quique ha exprimido donde podía, colocando en primera línea competitiva a un Kike Salas que se ha hecho su hueco en LaLiga. El joven central moronense ha sido una de las pocas noticias agradables de la decadente campaña blanquirroja. Su valor sí ha crecido como la espuma. Y es plusvalía pura al ser de la casa. Quique lo llama el 'factor corrector'. Antes del cuarto de hora de partido en San Mamés, Salas salvó a su equipo limpiándole el balón a Nico Williams en una acción en la que el atacante del Athletic se quedaba solo ante Nyland. Rapidísimo el defensa del Sevilla.
Hasta esa jugada, el conjunto hispalense había mostrado una buena actitud y disposición en el campo. Parecía tener la situación controlada e incluso se estiraba cada vez más hacia los dominios de Agirrezabala. Sin embargo, todo el plan se le desmoronó a los sevillistas en un minuto fatídico. Los dos homenajeados de la tarde en San Mamés iban a ver puerta en ese abrir y cerrar de ojos. Ni en sueños habrían firmado Raúl García y Muniain una despedida tan dulce en La Catedral. El 'pastelero' Sevilla las hizo posibles. El 1-0 lo convirtió el delantero ex del Atlético y del Osasuna con un cabezazo marca de la casa a pase de De Marcos desde la derecha. Raúl se anticipó a Badé y Nyland no pudo hacer nada para evitar la diana del '22' del Athletic.
Con la grada festejando el tanto y el Sevilla sin tiempo para reponerse del golpe, caería de inmediato el segundo de los vascos. Esta vez fue Nico Williams el que se la puso a Muniain para que el navarro, llegando como un tiro desde atrás, remachara el esférico al fondo de las redes. Fusilado Nyland. 2-0, verbena defensiva y el Sevilla, convidado perfecto a la fiesta de los leones. Todos los que tenía algo que celebrar ya disfrutaban de su obsequio inolvidable. Apenas se cumplía el minuto 20 de partido y la historia en San Mamés estaba finiquitada.
Valverde no sólo había alineado a Raúl García y Muniain para que tuvieran sus respectivos reconocimientos. También colocó de titular al portero campeón de Copa, Julen Agirrezabala, para que se luciera en el último partido casero de los leones en LaLiga… y lo aprovechó el cancerbero, claro que sí. En la primera llegada clara de los sevillistas le hizo un paradón soberbio a Lukebakio y posteriormente desvió también con éxito otro disparo envenenado de Ocampos. Era la reacción de los visitantes intentando reducir distancias en el marcador, aunque Nyland tuvo igualmente trabajo en ese tramo final de la primera parte. El noruego impidió el tercero del Athletic sacándole un pie milagroso a Iñaki Williams. Antes del descanso, el protagonista de la semana en sevillista, Jesús Navas, tuvo que dejar por lesión su sitio en el campo a Juanlu. Quique estuvo certero al realizar el cambio justo antes del intermedio para que el palaciego se llevará la ovación de uno de los campos históricos del país. San Mamés se puso en pie y rompió en aplausos hacia el capitán del Sevilla.
Ahí murió la primera parte, aunque los de Quique andaban prácticamente dimitidos del choque desde el segundo gol del Athletic. No se rompió el equipo, no. Aunque la fe por remontar fue a todas luces inexistente en las huestes sevillistas. En el descanso, Acuña, otro de los jugadores que llegó tocado al encuentro, se quedó en el banquillo y ocupó su lugar Pedrosa. El lateral catalán disfrutó de una ocasión clarísima para anotar el 2-1 nada más reanudarse el partido.
Al menos el Sevilla FC no bajó los brazos, logró mantener el tipo. El hombre más peligroso de los nervionenses fue Agoumé, que firmó los dos acercamientos más incisivos de su equipo. Sendos remates del francés se toparon con la espectacular respuesta del portero del Athletic. Sin duda, Agirrezabala se erigió en otro de los triunfadores de la tarde en La Catedral. Celebración redonda para los leones, enésima derrota para un Sevilla que está como loco por acabar esta pantomima de temporada.
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