Rossi se pone en modo carrera

Se multiplicaban los resultados en rojo cada vez que los pilotos pasaban por los diferentes sectores. Mejores registros que dejaban en nada el esfuerzo del giro anterior. Marc Márquez, Aleix Espargaró, Jorge Lorenzo... hasta siete motos volaban sobre el trazado de Assen en menos de una décima . MotoGP, convertida en Moto3 en la última edición del gran premio holandés que terminará en sábado. Y para cerrar un ciclo, Rossi decidió que rompería de una vez por todas sus malos inicios de fin de semana y, de paso, el récord del circuito de Casey Stoner. Con su tiempo de 1.32.627 dejó a todos sus rivales con la miel en los labios . Tan cerca Espargaró (231 milésimas), también Márquez durante buena parte de la sesión clasificatoria, incluso Lorenzo, que no pudo hacer una última vuelta buena y pasó de tercero a octavo. En un abrir y cerrar de gas.

Después de una buena sesión de entrenamientos el viernes en la que las Honda recuperaron la ilusión con Dani Pedrosa y Márquez liderando los tiempos. El bicampeón del mundo ha entrado en el Gran Premio de Países Bajos con nuevos bríos y chasis antiguo, una forma de intentar acechar a las Yamaha, que tan bien se deslizaron el sábado. Especialmente la de Rossi. Por fin ese punto de más en la caza de la «pole» por el que suspiraba porque atacar las victorias desde la tercera fila -sus triunfos en 2015 partieron de la octava plaza- le resultaba mucho más difícil. Se le allana el camino al líder del Mundial, que no tendrá espaldas de rivales a su vista hacia su cuarta victoria del año.