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Atletismo

Vómitos, diarrea y mareos en la carrera más cruel

El eslovaco Toth gana el oro en los 50 kilómetros marcha y García Bragado se despide de sus séptimos Juegos

EFE

J. GÓMEZ PEÑA

Hace ya rato que ha llegado del vencedor de los 50 kilómetros marcha, el eslovaco Matej Toth (3h.40m.58s). Jesús García Bragado , puesto veinte, busca sombra. Agua. Sales. Camina tieso. Lento. Así habla, sin energía. “No hay más cera”, ... dice . La ha consumido toda. Tiene casi 47 años , fue campeón del mundo en 1993 y son sus séptimos Juegos . Los últimos. “Era mi despedida. No quería llegar arrastrado”. El orgullo del viejo campeón. “Vengo de una lesión y he visto pronto mi límite. Se me han disparado las pulsaciones”, relata. En medio de su discurso, para. Le viene una arcada. Se gira y vomita . Líquido. Vomita nada. “Jesús, bebe poco a poco”, le susurra un miembro de la selección, que le sostiene la cabeza y le pone una bolsa de hielo en el cuello. Bragado se incorpora: “Bueno, ya estoy”. Ahora que pasa “a la reserva” quiere enviar su mensaje: “Me voy con la cabeza alta, sin haber caído en el lado oscuro” . Habla del dopaje, la lacra de la marcha, el deporte más cruel.

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