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París 2024

París sobrevive a los Juegos más difíciles

Juegos Olímpicos

La ambición desmesurada de los organizadores deja algunas estampas para el recuerdo y un alivio general por haber superado los desafíos de seguridad

La dulce despedida de la fiesta olímpica: «Hemos visto París como no la veíamos nunca»

Ambiente en la parisina plaza del Trocadero AFP
Pío García

Pío García

Enviado especial a París

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A París le interesaba ser París, que la gente se enamorara otra vez de París, que los espectadores de todo el mundo cayeran de nuevo rendidos ante París. Los organizadores no querían limitarse a meter los Juegos en estadios y pabellones, sino aprovechar la ... belleza teatral de las calles parisinas para que al asombro deportivo se uniese la emoción estética. Era una ambición desmesurada e incluso peligrosa porque los desafíos eran mayúsculos y el resultado incierto. Había que resolver problemas de seguridad, de organización, de planificación, de tráfico, de salud pública. A cambio, los atletas se convertirían en involuntarios agentes propagandísticos de la ciudad. Ningún vídeo turístico resultará nunca tan eficaz y evocador como dos esgrimistas olímpicos retándose a florete en los ampulosos salones del Grand Palais.

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