La ilusión española de sangre japonesa

Ai, cuyo nombre en japonés significa Amor, llega en un momento más que dulce al mundial de Uzbekistán, que se celebra entre el 6 y el 13 de octubre y en el que competirá este lunes en la categoría de menos de 70 kilos. Hace solo dos meses se proclamó campeona del mundo junior en Guayaquil y hace solo unas semanas hizo lo propio en el Europeo de Praga, y aunque este es su primer mundial senior, ya ha cosechado grandes éxitos entre las 'mayores'.

Su primera medalla internacional absoluta llegó hace dos años, antes incluso de haber cumplido la mayoría de edad. Fue en el Grand Prix de Tel Aviv de 2020 y subió al podio con el bronce colgado al cuello. Desde entonces la carrera de Tsunoda ha sido imparable hasta ser una de las grandes apuestas para los Juegos de París 2024.

La catalana pisará el tatami del Humo Arena de Tashkent este lunes bajo las indicaciones de Céline Roustant, su entrenadora y madre. Reconocida judoca francesa, ella es quien le acompaña en cada cita deportiva. Pero el judo no solo le viene de herencia materna. Su padre es el laureado Go Tsunoda, quien fue entrenador del equipo nacional inglés en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y posteriormente también de la selección absoluta de Portugal.

Ambos llegaron a España hace años para pasar tan solo unas semanas, pero la forma en que podían impartir esta disciplina aquí les hizo echar raíces y montar su propio gimnasio, el Dojo Lleida, para quedarse definitivamente.

Es en este pequeño club familiar donde Ai entrena cada día -también su hermano pequeño Yu- pero los resultados que obtiene esta niña prodigio se analizan incluso en la otra punta del mundo, donde vive parte de su familia paterna. Su abuelo Makoto, quien fuera en su día el sensei de su padre, Go, está muy involucrado en la evolución deportiva de la joven Tsunoda.

Ai ya hizo historia al convertirse en la primera española en lograr subir a lo más alto del cajón en un Mundial cadete. Desde entonces no ha parado de cosechar éxitos internacionales y el objetivo marcado en el calendario es París 2024.

Tsunoda es una de las grandes esperanzas para romper la maldición del judo español de las últimas citas olímpicas y este mundial será el pistoletazo de salida para conseguir la plaza olímpica. Además, su categoría acaba de quedar huérfana de representación española tras la reciente retirada de María Bernabéu, que hace solo unos días anunció que dejaba los tatamis. A sus 34 años ha sido varias veces medallista mundial y la que ha representado a España en los últimos Juegos en menos de 70 kilos, aunque sin conseguir medalla. Tsunoda es ahora la mejor candidata para recoger el testigo.