Tebas carga contra Rubiales: «Ninguna hipocresía política justifica que España haya sido representada por un energúmeno»

De entre todas las voces que se han alzado para criticar la actitud de Rubiales -desde gente de fútbol a famosos ajenos al deporte e incluso medios de prestigio internacional-, hay uno que en absoluto sorprende y es que su guerra contra el presidente de la RFEF es tan vieja como el tiempo que lleva el granadino al frente de la federación.

Hablamos de Javier Tebas, presidente de la Liga, cuya relación con 'Rubi' nunca ha sido ni amistosa ni cordial más allá de guardar la comportura en aquellos encuentros necesarios entre la institución 'dueña' del fútbol y la empresa que organiza la competición doméstica.

Entre broncas por la competencia en horarios y lindezas varias dedicadas entre uno y otro a lo largo de los años, Tebas, desde que explotara el escándalo Rubiales, no se ha cortado en añadir a la lista duras críticas aprovechando la coyuntura.

La última, este miércoles tras conocerse que la RFEF ha empleado como defensa un vídeo privado de la celebración de las jugadores en el autobús de camino al aeropuerto tras la victoria en Sidney. Un documento con el que Rubiales pretende desmontar la versión de Jenni Hermoso.

En un extenso tuit, el presidente de la Liga ha criticado estaestrategia por parte del presidente inhabilitado por la FIFA: «Es indigno coaccionar a las jugadoras de la Selección y poner el foco en ellas o en su reacción en caliente. Ellas no son culpables de la imagen de España dada por Rubiales», escribió.

«Ningún oportunismo o hipocresía política justifica que la imagen de España haya sido representada por un energúmeno tocándose los genitales, forzando besos, cargando como un saco a jugadoras y tocando a la Reina inapropiadamente en un momento tan importante», añadió Tebas, en un mensaje que ilustra con cuatro fotos de Rubiales en la celebración del Mundial aún en el estadio australiano tras la final.

«No es una cuestión de izquierdas o derechas, Rubiales no solo menoscabó con su actitud la dignidad de Jenni, sino también la de España», zanjó el máximo mandatario de la Liga, en un capítulo más de la extensa polémica de Rubiales y de la guerra que mantienen las dos figuras más importantes a nivel organizativo del fútbol español.