De Gea vuelve a la vida después del extraño curso de retiro

El cancerbero llega a Florencia libre, sin ataduras de contrato, sin otra obligación que rendir y disfrutar de un deporte que lo había arrastrado a una especie de caos interior desde que en 2016 se juntaron en su vida dos caminos contradictorios: el caso Torbe y la selección española.

Esa confluencia resultó letal para el portero madrileño. Fue investigado por su implicación con Torbe, el productor del porno que fue detenido en abril de 2016 por presuntos abusos sexuales a menores. El asunto fue en aumento cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, repudió al portero de la selección que se erigía como el sustituto de Íker Casillas.

«No me siento cómodo viendo a De Gea como portero de la selección después de ver su nombre salpicado por un caso de una menor», dijo Sánchez. Y aquellas palabras hicieron más daño en el ánimo en el exjugador del Atlético que muchos goles que recibió. De Gea fue el único futbolista que no aplaudió el discurso en una recepción de Sánchez a los internacionales, las manos en los bolsillos del chándal de la selección.

La investigación hacia el portero concluyó sin acusación, pero el tema quedó muy dentro de él. De Gea, portero de inmaculada trayectoria deportiva, una irrupción estelar en el Atlético, traspaso y titularidad en un gigante como el Manchester United, títulos en Inglaterra (una Premier, una Eurocopa League, una Copa inglesa, guante de oro de la liga, mejor jugador del curso en el United en tres ocasiones), se desvaneció en el Mundial de Rusia 2018 tras el escándalo de Torbe.

Unos cuantos fallos durante el torneo que desembocaron en goles y la sensación de fragilidad que transmitió lo convirtieron en saco de golpes y críticas en un Mundial que empezó mal con el despido de Lopetegui (fichado por el Madrid) y acabó peor con la eliminación en octavos de final ante Rusia en los penaltis.

Comenzó el declive de De Gea, reacio a las entrevistas, fuera del foco, enojado con el mundo y sin la mano firme que había mostrado en el Atlético. En el Manchester, sin embargo, mantuvo la fiabilidad durante años con Alex Ferguson.

Llegó luego la elección de Luis Enrique, un portero más seguro con los pies (Unai Simon), los cambios de técnicos en Manchester (Solskjaer, Ten Hag) y De Gea perdió su posición. El año pasado se despidió de Inglaterra. Nadie lo contrató. Jubilado prematuro. Hasta ahora, que busca una nueva vida en la hermosa Florencia.