El Éibar aprovecha los errores del Sporting

El entrenador sportinguista varió también el sistema táctico que venía empleando en las últimas jornadas y volvió al más habitual 4-2-3-1, y recuperó también la titularidad de Nacho Cases, a pesar de que apenas se ejercitó con el grupo en toda la semana.

La ausencia de Cop permitió que Viguera saliera de inicio mientras que la gran sorpresa de la alineación fue la presencia desde el inicio de Carlos Castro , un canterano al que los aficionados reclaman más protagonismo, como segundo delantero.

El Sporting sacó de centro y trenzó una jugada en la que se plantó ante Riesgo que le ganó la partida a Carlos Castro, pero en la siguiente jugada el árbitro señaló un inexistente penalti en una caída de Adrián en el área que el propio jugador se encargó de transformar.

No habían pasado 3 minutos y el Sporting ya tenía el resultado en contra, pero cinco minutos después el portero Riesgo devuelve el regalo al entregar el balón a Carmona en un error en el despeje que permitió al rojiblanco marcar desde fuera del área.

El Éibar, no obstante, estaba moviendo el balón mucho mejor que el Sporting y no tardó en dejar en evidencia a la zaga local con dos goles en dos minutos en dos jugadas prácticamente calcadas y que desataron las protestas de los aficionados.

El primero lo marcó Pedro León , un jugador que estuvo en la agenda del Sporting, al recoger un rechace de Cuéllar a un disparo lejano pero potente de Adrián. Sin apenas tiempo para recomponerse llegó otra jugada calcada pero en la que el que remachó el gol fue Antonio Luna . En ambos casos Cuéllar no acertó a parar sendos disparos lejanos y en los dos la defensa no reaccionó a los rechaces permitiendo los remates de los rivales.

Mediada la primera parte, el portero del Éibar Riesgo pidió el cambio al resentirse de un choque con el rojiblanco Carmona y posteriormente Inui y Lillo también chocaron por lo que tuvieron que ser asistidos.

El árbitro obligó a Inui a cambiar la camiseta ya que la inicial estaba manchada de sangre pero no se dio cuenta que la nueva no tenía dorsal y le permitió jugar con ella alrededor de cinco minutos hasta que las protestas generalizadas se lo hicieron ver.

En el descanso, Abelardo dejó en la caseta a un inoperante Moi Gómez dando entrada al catarí Afif que hasta ahora estaba teniendo una nula participación, pero los primeros minutos siguieron siendo totalmente del Eibar que impedía la salida del Sporting de su propio campo.

Las malas noticias no acabaron para los locales ya que en los primeros minutos de la segunda parte el brasileño Douglas se lesionó y tuvo que ser cambiado por Babín lo que obligó a recomponer la defensa pasando Lillo al lateral derecho mientras que el recién incorporado formaba pareja de centrales con Amorebieta.

Entre tanto desbarajuste, el Sporting tuvo un poco de suerte y marcó el segundo en un disparo lejano de Nacho Cases que pega en su compañero Lillo que desvía la trayectoria del balón y supera a Yoel dando esperanzas a los rojiblancos.

Un minuto después, Viguera remató un balón perdido en el área pero su disparo salió rozando el poste lo que redobló los ánimos en la grada y también entre los sportinguistas que superaron a los eibarreses en esos momentos.

Abelardo se jugó una última carta y dio entrada al delantero del filial Rubén, en lugar de Carlos Castro, que apenas había intervenido hasta ese momento y que ya sabe lo que es marcar al Éibar esta temporada ya que lo hizo en la Copa del Rey.

Fernández Borbalán no pitó nada en una jugada en la que Cuéllar derribó a Pedro León en un balón dividido y los minutos fueron transcurriendo con el Sporting intentando el empate con corazón, pero sin ideas y con un Eibar defendiendo el resultado.

Al final, los eibarreses se llevaron el premio de los tres puntos ante un Sporting que solo ha sumado 5 de los últimos 45 puntos en juego y cada vez tiene más complicado porque el resto de rivales van sumando poco a poco.

Los aficionados volvieron a despedir a los jugadores con pitos y el grito de «Abelardo dimisión» fue coreado ya por bastante más espectadores que en partidos anteriores.