BARCELONA-ARSENAL
Sin rastro de Cesc
El capitán del Arsenal no apareció en su estreno en el Camp Nou
JOSÉ CARLOS J. CARABIAS
Todo le supo familiar, el aroma, el color, el calor, aunque nunca había pisado ese templo de adoración para el barcelonismo. Cesc Fábregas conoció al fin el Camp Nou y lo hizo como capitán del Arsenal , brazalete rojo sobre fondo amarillo. La mirada de ... su padre, bufanda de rayas al cuello, corazón azulgrana, acompañó su ingreso en el coliseo. Allí mostró «fair play»: se encogió de hombros en el sorteo de la moneda ante Xavi. Eligió campo, cedió el saque al Barça y así transcurrió su «premier»: le dio el balón al enemigo del alma y de él no hubo noticias hasta el final .
No la olió Cesc, pese a que los primeros brotes anticipaban una cuota de protagonismo que ni de lejos asomó en el primer acto. Tocó el primer balón y Alves se lo llevó por delante pegado a la banda . Volvió a envolver la pelota unos minutos después y hasta allí llegó la cobertura de Busquets, quien también lo derribó. Sin violencia, eso sí.
Nadie le había garantizado un debut plácido y Fábregas, como reza el dorso de su camiseta, sufrió sin el balón a su lado. Wenger lo había protegido como si fuese un primer ministro in pectore. Nada de entrevistas, contacto cero con la Prensa, aislado del entorno. En el campo, Cesc no ejerció como lo que es: el alma del Arsenal .
Su función consistió en tejer una malla por el centro para evitar el juego entre líneas del Barça. Comenzó tapando el costado de Iniesta , basculó hacia el centro por donde se dejaba caer Messi y participaba Mascherano y derivó hacia la izquierda, por donde también sudó la gota gorda con Xavi.
Apenas pudo hacer una vez lo que mejor sabe: tocar, jugar, combinar, penetrar, llegar. Y cuando lo intentó, fue peor el remedio que la enfermedad. Probó a demostrar que su ingenio no tiene límite y desplegó un taconazo en zona hostil, la frontal de su área. Le salió de pena, le robaron el balón y Messi se inventó la jugada de la noche . Gol con finta sublime a Almunia. Un desastre para Fábregas.
La noche no mejoró, pese a que un cabezazo desafortunado de Busquetes delante de la nariz de Cesc dio mucha esperanza al Arsenal. 1-1 y vuelta a empezar. Se vio al capitán en un par de detalles , dos aperturas con buen sentido hacia Nasri en lanzamiento del contragolpe. Muy poco para su categoría.
Incurrió luego en un fuera de juego y presenció como sujeto pasivo la remontada del Barça, tan superior . No vio más. Wenger lo retiró en el minuto 77, entre división de opiniones de la parroquia culé.
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