Mourinho vuelve al ataque

«Llevamos quince partidos consecutivos sin perder y tendríamos dieciocho jornadas europeas sin perder si no fuera por aquel arbitraje raro de la última semifinal», declaraba sin inmutarse el preparador blanco. Sus expresiones deseaban realzar el momento de juego de su plantilla: «Hemos ganado un partido que no era fácil para hombres que no juegan habitualmente». Higuaín, Benzema y Callejón estuvieron lúcidos. Y aprobó el funcionamiento de Altintop, Granero y Sahin. «Han estado todos bien».

Higuaín- Benzema, ¿quién? Le cuestionamos el pase perfecto que karim dio a Gonzalo en el segundo tanto de la noche y el portugués no quiso concretar elogios para no descubrir su decisión el día D. «Han jugado perfectamente». Ni un guiño para ninguno.

El argentino consolidó esa situación al negar que la sustitución de Benzema significará que sería el titular el sábado: «No, el cambio no quiere decir que uno u otro estará en el once inicial». El goleador valoró el buen momento del conjunto blanco: «Estamos bien preparados para recibir al Barcelona. Llevamos una racha de buen juego y de goles y tenemos confianza para ganar ese partido».

El hombre que anoche ganó enteros para el futuro era Callejón. El interior firmó dos dianas y se mostró incisivo con sus incursiones. Trabaja como le gusta al técnico. Sale y demuestra su valía porque está en forma para ser alineado en cualquier momento. «Soy feliz por los dos goles marcados en la Liga de Campeones. Es el premio a la constancia. Ahora viene el Barcelona, pero quiero disfrutar de estos momentos y el jueves (hoy) comenzaremos a centrarnos en el clásico».

Jugó en Amsterdam, aunque no tiene sitio en el esquema de Mourinho. Y no se queja. Al revés, piensa que debe esforzarse más. Esteban Granero es un futbolista de clase, capaz de dar pases de treinta metros y de marcar golazos como el anotado en Almería hace diez meses. Nunca destacó por su labor destructiva. Sus características son creativas. Mourinho ha querido reconvertirle en un pivote de presión que ayudara a Xabi Alonso. Ayer jugó en ese puesto, pero no es su estilo. Nunca morderá a los contrarios con las dentelladas de Lass Diarra. A cada uno lo suyo. No tiene sitio en este Real Madrid.

Ayer jugó casi una hora. Es el máximo tiempo consecutivo que ha disfrutado esta temporada. Hasta ayer solo había disputado setenta minutos repartidos en cuatro encuentros. El argumento que el entrenador vierte para razonar su eterna suplencia es que Granero es un jugador para un sistema 4-4-2. «Ahí es donde se encuentra cómodo», indica el técnico.

Aplicó ese esquema en el partido Racing-Real Madrid de la pasada campaña y los blancos vencieron 1-3 con un fútbol preciosista, dirigido por el madrileño. Una idea que solo es válida «para ciertos partidos». Granero no protesta. «Sé que el entrenador es justo», comentaba hace unas semanas. «Si no juego es porque otros compañeros lo hacen mejor y debo esforzarme más». Sensacional.