Venezuela, a tiro de póquer

El periplo americano duró dos semanas (del 23 de junio al 8 de julio) y dio para cinco partidos. Los de Santamaría visitaron a México , Venezuela , Colombia , Chile y la temible Brasil como guinda final. El balance, mediocre: dos victorias en Ciudad de México y Caracas, dos empates en Bogotá y Santiago de Chile, y una derrota en Bahía. El duelo contra Brasil fue, por cierto, la primera vez que la Roja se atrevió a enfrentarse a la "canarinha" en amistoso. Era un rival que espantaba demasiado: España solo le había ganado una vez en toda su trayectoria, en el Mundial de Italia de 1934.

Aquella selección española reunía todos los defectos que ha ido repitiendo a lo largo de las décadas, hasta que Aragonés rompió la inercia. Bravucona, pero débil en la construcción de juego y empequeñecida ante los grandes. El partido contra Venezuela se ganó cómodamente, y el madridista Juanito , que salió hecho una furia por haber sido sustituido, no se cortó al declarar que habían jugado contra el equivalente a un equipo de tercera división, y que habrían logrado una goleada de haberse empleado a fondo. Más allá de las fanfarronerías, el lance terminó 2-0, con goles del mismo Juanito y el realista Jesús María Satrústegui . Fue el primer España-Venezuela de la historia del fútbol.

" Este ensayo ante Venezuela supo a poco , sobre todo porque los españoles tuvieron claras oportunidades de haber goleado a poco que hubieran forzado la máquina de su juego", escribió el cronista de ABC sobre el partido , del que también destacó el juego de José Antonio Camacho en el lateral izquierdo. Los jugadores ahorraron esfuerzos con la débil Venezuela, una selección que no había participado en ningún mundial (hoy sigue sin haber roto esa estadística). Por cierto, que no fue el único combinado nacional al que los españoles pusieron cara. La gira americana también supuso el primer España-Colombia de la historia.

El partido contra Venezuela, por otra parte, empezó con veinte minutos de retraso . No porque nadie llegara tarde, sino porque la cinta magnetofónica con el himno español no aparecía por ningún lado. Un fallo que suena a los tiempos de cuando, parafraseando un dicho español, Chávez era teniente. Literalmente. Por ahora, es el único España-Venezuela que no se ha jugado con el actual presidente al mando del país.

Españoles y venezolanos tardaron 23 años en volver a verse las caras sobre el césped. El segundo duelo se celebró el 18 de agosto de 2004, esta vez en Las Palmas, con España como anfitriona. Visto con retrospectiva, fue el comienzo de una era. Porque supuso el debut de Luis Aragonés al frente del banquillo. La Roja que entonces jugó llegaba con la cabeza agachada, abierta y sangrante la herida de la humillación en Portugal, donde cayeron en la fase de grupos de la Euro 04 .

" Imposible pretender que la selección fuera a cambiar de la noche a la mañana . Ni con Luis Aragonés ni con nadie. Que la selección se transforme en el equipo nacional, en el «España F.C.», como pretende el nuevo técnico, es cuestión de tiempo", escribió ABC al día siguiente del encuentro , que acabó 3-2 para los locales. El españolista Raúl Tamudo marcó dos de los cinco goles que constan en sus diecisiete partidos como internacional. Y el entonces madridista Fernando Morientes completó la cuenta.

Las críticas se centraron en un viejo clásico de la Roja ya felizmente superado: salió a medio gas, tardó una eternidad en meterse en el partido y se mostró incapaz de enganchar tres pases seguidos. Curiosamente, ni Tamudo, ni Morientes, ni los otros dos hombres más destacados del partido ( Valerón y Reyes ) terminaron convocados en la Euro 2008. Es más, las únicas estrellas de la selección campeona que pisaron el césped fueron Puyol , Xabi Alonso y Fernando Torres . El relevo generacional estaba por construirse.

Del último Venezuela-España, la memoria está todavía fresca. Sobre todo por la machada previa que Hugo Chávez soltó en "Aló, presidente", su programa de televisión: "Temblad españoles, os vamos a meter un saco de goles" . La Roja no había estado fina en los amistosos post-Mundial (dos desastres ante Argentina y Portugal, un empate ante México y una solitaria victoria contra Colombia) y el presidente venezolano se envalentonó. Pero la minigira americana que hizo la selección aquel verano fue rotunda. Dos partidos, dos goleadas. Primero un 4-0 a Estados Unidos en Boston. Tres días después, el 7 de junio de 2011 en Puerto La Cruz, 3-0 y un nuevo "¿por qué no te callas?" a Chávez.

"Mirá cómo tiemblo..." , tituló ABC en la crónica posterior, que no fue benevolente con el cuadro vinotinto: " [Venezuela] dispone de un portero lamentable . Para empezar, no tiene pinta de portero, sino más bien de funcionario de la Administración con aspecto de pitufo gruñón. Apenas levanta tres palmos de suelo y cuando se tira a por los balones estos ya están en el centro del campo sacando el gol que le han metido".

Hicieron diana Xabi Alonso, Villa y Pedro . Este último no ha vuelto a marcar gol con la camiseta roja. Además, supuso la despedida para dos perros viejos de la selección: Capdevila y Marchena , que desde aquel encuentro en Puerto La Cruz no han vuelto a ser convocados. Tampoco Manu del Moral , que entró en la lista de la Roja por primera y, de momento, última vez.