El Girona salva un punto en el 90 ante un Sporting con diez

El Sporting jugó más de media hora con un futbolista menos por la expulsión, por roja directa, de Damián Pérez, y cuando creyó que los tres puntos eran suyos, Borja García, asistido por Marc Gual, firmó las tablas.

Sabedor de la importancia de estrenar la temporada con una victoria que le ratificara como uno de los principales candidatos al ascenso a la máxima categoría, el Girona, dispuesto en un 3-4-2-1 con hasta seis nuevas caras, empezó sometiendo al equipo asturiano, sin dar síntomas de echar de menos a su futbolista franquicia, un Cristhian Stuani que fue baja por unas molestias en el pubis.

Un disparo envenenado de Jairo Izquierdo, que obligó a Diego Mariño a estirarse para desviar el balón a córner, y dos tímidos cabezazos de Pape Diamanka y Juanpe alimentaron las esperanzas de la hinchada local, pero, con el paso de los minutos, el Sporting encontró la tecla para domar, para templar, el ímpetu de los catalanes, que en el minuto 6 vieron cómo Pablo Pérez estuvo cerca de culminar una rápida transición.

Las imprecisiones de los pupilos de Juan Carlos Unzué las aprovecharon los de José Alberto López Menéndez para erigirse en los dominadores de un partido que fue bajando paulatinamente de revoluciones hasta que, al filo del descanso, el Sporting, que supo hallar petróleo entre líneas, flirteó con el 0-1 por medio de Nacho Méndez y Pablo Pérez, protagonistas de dos peligrosas incursiones al área catalana, y del luchador Uros Djurdjevic, que estrelló un disparo en un poste de la portería de Juan Carlos.

Espoleado por los 8.183 aficionados que abarrotaron el graderío de Montilivi, el cuadro de Juan Carlos Unzué, que en el intermedio cambió el flanco izquierdo de su alineación dando entrada a Aday Benítez en el lugar de un Johan Andrés Mojica que no era titular en un duelo oficial desde el Mundial de Rusia, volvió a imponer su calidad.

En el minuto 52, Borja García, habilitado por Pedro Alcalá, rozó el gol con un potente disparo que Mariño rechazó a saque de esquina de forma providencial. El panorama todavía mejoró un poco más para los gerundenses cuando, justo antes de cumplirse la hora de partido, Daniel Jesús Trujillo Suárez, asistido por el VAR, expulsó a Damián Pérez por una fea entrada sobre un futbolista local.

La nueva situación que dibujó la tarjeta roja al defensa argentino llevó a los dos técnicos a dar entrada a nuevas piezas.

Unai Medina saltó al campo en el lugar de Manu García para mantener la línea de cuatro zagueros en el caso de los asturianos, mientras que, para el Girona, los debutantes Samu Sáiz y Gerard Gumbau ocuparon el puesto de Pedro Alcalá y Pape Diamanka, transformando el 3-4-2-1 inicial en un 4-2-3-1 más ofensivo.

La entrada de Samu Saiz, en quien la hinchada de Montilivi ha depositado muchas ilusiones, acabó de romper un partido que pudo decantarse en el minuto 70, cuando Juan Carlos Martín se impuso a Uros Djurdjevic en un uno contra a uno franco para el 'killer' serbio.

El 0-1 acabó llegando en el minuto 87. Aitor García, que unos minutos antes ya había estrellado un balón en el larguero, encontró un solar en la frontal y marcó con un zurdazo que entró en el arco de Juan Carlos Martín rozando su palo izquierdo.

Pero la diana visitante no deprimió al conjunto rojiblanco, que reaccionó rápidamente y acabó hallando el premio del empate en el minuto 90, cuando Marc Gual, tras bailar sobre la línea de fondo, asistió a Borja García y éste, solo en el área pequeña, hizo subir el 1-1 definitivo al marcador.