LIGA DE CAMPEONES
Ensayo letal para el clásico
Dos goles de Callejón y uno de Higuaín, a pase de Benzema, mantienen la duda de Mourinho para el nueve
Ensayo letal para el clásico
Para Mourinho no hay partidos de trámite. El aficionado solo espera el clásico y no le dio importancia al encuentro frente al Ajax. El entrenador sí dio relevancia al duelo contra los hombres de Frank de Boer. Jugó a dos bandas. Reservó en Madrid a ... siete titulares para el día D y examinó en Amsterdam a cuatro futbolistas que aspiran a disputar el duelo con el Barcelona. [Así hemos narrado el encuentro, minuto a minuto]
Higuaín y Benzema compartieron titularidad en su lucha perenne por ser el delantero definitivo del Real Madrid. Arbeloa probó su estado físico después de veintidós días sin competir. Y Kaká fue el epicentro de la línea de medias punta con el fin de valorar su ritmo. Dos de estos cuatro hombres estarán el sábado en el once inicial. Los otros dos tienen opciones de participar en el segundo tiempo. Los dos arietes rindieron a su alto nivel de regularidad. El lateral ofreció la eficacia que le define. El brasileño dio el pase del primer gol y nada más. No le gustó al entrenador el funcionamiento de Ricardo. [Estadísticas del partido]
Para Mourinho no hay encuentros banales. Ningún futbolista puede relajarse, porque el técnico le relaja definitivamente en el ostracismo. Los blancos ganaron al Ajax bajo las órdenes de un jefe que exigió la intensidad de siempre. Callejón demostró esa ambición con un desmarque «made in» Cristiano y un bonito gol. Es un suplente ejemplar. Pero el Madrid no jugó bien. Sahin y Granero no supieron controlar el juego. El Ajax se quejó de dos tantos anulados. La bronca de cincuenta mil espectadores fue monumental. Menos mal que se clasificaron segundos de grupo. [Las mejores imágenes del duelo]
Lo mejor para el conjunto español fue el resultado. Gonzalo jugó en punta y anotó una diana de la casa, con escapada al hueco y trallazo. Lo mejor es que la asistencia letal se la dio su rival, Karim. El francés actuó por la izquierda. Mourinho lleva el precioso combate interno de su plantel hasta las últimas consecuencias.
Debuta Mendes
Su decisión de alinear a los dos escondía la carta a Guardiola, que no sabrá quien será el «nueve» en el sumo desafío. No es lo mismo, como cantaba Alejandro Sanz, que salga el argentino o el francés. Si el luso se decanta por Gonzalo, el Real Madrid le enviará pases en profundidad para que defina con su disparo mortal, como hizo anoche. Si elige a Benzema velará un ataque más elaborado, con desmarques y cambios de zona del «Gato». A Pep le gustaría saber antes quien será el titular para aconsejar movimientos de sus defensas. Solo podrá hacerlo minutos antes del encuentro, en el vestuario del Bernabéu. Su homólogo lleva disputando el clásico toda la semana. Al enemigo, ni agua ni «nueve».
En Amsterdam, los blancos impusieron la clase de su plantilla. Era un examen difícil para ocho suplentes. Nunca habían disputado juntos un encuentro oficial. Varane y Albiol volvieron actuaron en el centro de la defensa. Sahin recibió el mando por segunda vez en quince días. Se le notó su carencia de poderío físico. Granero tuvo por fin tiempo para sentirse futbolista. También acusó la falta de partidos. Altintop vivió una sensación similar.
Entró Xabi Alonso para sujetar el partido. No estuvo en Gijón y quería tener minutos para no permanecer catorce días sin competición. no Y Jesé, «el hijo del señor Rodríguez», como adujo Mourinho, se estrenó de manera oficial con el equipo A. Esa frase del portugués, «el hijo del señor Rodríguez»", fue la respuesta a las noticias dedicadas a Enzo, el hijo de Zidane, cuando jugó en la pretemporada. El portugués dijo que también habría que mencionar a los padres de los otros veinte canteranos que han debutado con él. El señor Rodríguez se ganó ayer esa distinción. Mourinho ansía que sus titulares se la ganen el día D (diez). Anoche disputó los prolegómenos. La carta del "nueve" será puesta boca arriba a las nueve de la noche del sábado. El gran partido se juega durante siete días.
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