Messi se lleva al Barça a cuartos

En el minuto 18, el Barcelona no había inquietado ni una sola vez la portería de Iraizoz, mientras el público entonaba cantos en favor de Piqué , volviendo al trágico paralelismo azulgrana entre el agravio y la derrota, porque mientras los cánticos inundaban el estadio, el Barça era incapaz de llegar a nada concreto y estaba perdiendo la eliminatoria.

La profundidad inicial se esfumó y los de Luis Enrique volvieron a la imprecisión en el toque corto, a jugar lejos del área contraria, y al Athletic le era muy fácil resistir. Pobre fútbol, pobre imagen, pobre resultado .

En el minuto 32 conocimos el primer disparo a puerta del partido: y fue de falta. Messi chutó alto. Que dos equipos como el Barcelona y el Bilbao tarden 32 minutos en chutar por primera vez a puerta da una idea de la poca sustancia del partido. Pero cuando la calidad individual es tan alta, cualquier jugada aislada puede desmentir la vulgaridad general. Fue el caso de la eléctrica triangulación entre Messi, Neymar y Suárez, que en el minuto 35 remató de una gran volea a gol el uruguayo cazador . Al Barça que no le funcionaba su estrategia del pase largo, le funcionó lo de siempre para adelantarse en la eliminatoria sin haber hecho prácticamente nada.

El descanso llegó con la eliminatoria abierta en un partido tan táctico como poco vistoso, con un Barcelona poco conectado con la esencia de su fútbol pero que aprovechó con contundencia y talento la única ocasión que tuvo; y un Bilbao que resistía sin demasiado esfuerzo y que aunque no había creado ningún peligro, podía conseguir en cualquier jugada aislada el gol que le clasificaba.

Valverde jugó la carta Adúriz desde el inicio de la segunda parte. Sustituyó a Sabin Merino. Pero las contradicciones forman parte del fútbol y en la primera jugada de la reanudación, Bóveda le hizo un claro penalti a Neymar que el colegiado extremeño pitó sin dudarlo y que el defensa visitante ni protestó. Neymar, con más misterio y paradinhas de lo que puede considerarse estético, chutó y transformó. A punto estuvo de pararlo Iraizoz.

Las contradicciones continuaron sin descanso en el Camp Nou porque del supuesto gol de la tranquilidad del Barça pasamos al 1 a 2 de Saborit , de cabeza. La eliminatoria empezaba de nuevo, con el peligro de que un gol del Athletic pasaba a valer más que uno del Barça, porque un gol de los de Valverde obligaría al Barça a marcar dos para clasificarse.

Al Athletic se le veía cansado,disminuido en su presión más alta, pero de alguna manera conseguía dormir el partido, romper el ritmo con faltas y dolencias exageradas, y el Barça no lograba acelerarlo tanto como quería. Con el Athletic cerrado en su campo, cerca de su área, volvió la circulación exterior del Barça, el rondo eterno a la espera de una brecha.

Y la brecha llegó por donde siempre y gracias al de siempre. Messi, genial, marcó de falta y por el palo del portero, el 3 a 1. Un gol de maestro, de estrella, perfecto en su concepción y en su ejecución. Con su magnífico tanto, Messi lograba batir el récord de goles de falta (25) que tenía Koeman en el Barça. Quedaban 10 minutos. El Barcelona estaba clasificado pero al Athletic con un gol le bastaba.

Al final no hubo sobresalto y una vez más Messi salvó a su equipo de tenerse que mirar en su preocupante espejo.