Un avión cargado con catorce años de ilusiones
El Atlético siente un nerviosismo especial. Desusado, extraño. Sabe que su clase futbolística le ha convertido en el favorito para adjudicarse la primera Liga Europa del palmarés continental. Técnicamente, el Fulham asume que Forlán, Agüero, Reyes, Jurado y Simao les superan en calidad y creación ... de fútbol. La estrategia del equipo inglés será el fútbol directo, las jugadas a dos toques, los rechaces y las acciones a balón parado. El reto del conjunto español se basará en imponer sus cualidades superiores para romper el sistema destructivo británico.
“Debemos vencer por calidad”, argumenta el presidente de la entidad, Enrique Cerezo. “La clave es no cometer fallos. Si no los hacemos, pienso que vamos a ganar”.
Miguel Ángel Gil, consejero delegado de la entidad, subrayaba la ocasión única que tenía el club para “volver” al palmarés. “No se nos puede escapar esta final. Hay que ganar, por nuestra afición, por los jugadores y por todos nosotros”. Asume, no obstante, que en un único duelo puede suceder de todo. Noventa minutos no reflejan una regularidad de un equipo. Sabe que el mundo rojiblanco vive el miércoles la concentración de catorce años de ilusiones, desde la consecución del doblete en 1996. No catalogaría como fracaso una hipotética derrota: “Si perdemos no sería un fracaso, sino una gran desilusión. Por los profesionales, que han llegado hasta el partido de la verdad, y por los aficionados”. Destacó la mayor preocupación actual de los jugadores y de los directivos: “Que los seguidores puedan volar el miércoles y estar aquí. No quiero que se puedan perder esta fiesta. Sería una lástima. Espero que los aviones puedan salir”.
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