Otras tres federaciones se unen a la rebelión del fútbol modesto

Ayer, la Federación de Castilla La Mancha se sumó a la paralización de sus competiciones en defensa del fútbol base, según publicó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en un comunicado, en el que confirma que no se jugarán los partidos previstos para este fin de semana, recogiendo así el mandato de la reunión de clubes celebrada el pasado 11 de febrero.

«Castilla la Mancha apoya en todos sus términos el acuerdo tomado por la Junta Directiva de la RFEF en su última reunión, de 28 de enero de 2015, sobre la situación y el diagnóstico por la que atraviesa actualmente el fútbol aficionado en nuestro país», reza el escrito publicado por la RFEF.

Además, la entidad establece que «los otros motivos de discrepancia» son «el proyecto de Real Decreto de Comercialización Centralizada de Derechos Audiovisuales de las Competiciones Profesionales, las injerencias del Consejo Superior de Deportes en la potestad de Reglamentación de la RFEF y el reparto de fondos procedente de las quinielas, así como las exigencias de reintegro de subvenciones para obras realizadas en los campos del fútbol aficionado por el CSD».

La paralización del fútbol aficionado afecta a prebenjamines, benjamines, alevines, cadetes, juveniles y categoría regional, tanto en fútbol femenino, masculino y fútbol sala. Además, la RFEF estima que casi 450.000 deportistas han participado en las movilizaciones y que la cifra de partidos no disputados alcanza los 13.000.