El milagro del Paderborn visita Múnich

Paderborn es una pequeña ciudad del norte de Alemania, situada entre Dortmund y Hannover. Hasta hace bien poco, sus 140.000 habitantes tenían que desplazarse a alguna de ellas para ver fútbol de élite, pero este año las cosas han cambiado. Su equipo consiguió la pasada temporada el ascenso a la Bundesliga y tras cuatro jornadas ve a sus rivales por el retrovisor. Una utopía que durará poco, pero nadie puede negarles su mérito.

En 14 años, el Paderborn ha pasado de ser un equipo de la cuarta división alemana a jugar su primera temporada en la Bundesliga. Consiguió un empate en su debut ante el Mainz 05 y sorprendió a todos goleando a domicilio al Hamburgo (0-3) en la segunda jornada. Otro empate ante el Colonia y una victoria ante el Hannover 96 le han dado el liderato, aprovechando los tropiezos de Bayern, Borussia y Leverkusen.

Este martes, los aficionados del Paderborn vivirán un sueño. Juegan en el Allianz Arena contra el Bayern de un Pep Guardiola que no podrá reservar los mismos jugadores que el pasado sábado ante el colista. Sin los habituales, no pasó del empate sin goles ante el colista, un lujo que no podrá permitirse ante el Paderborn. A Múnich llega un recién ascendido, pero también el líder.

Cuenta con el presupuesto más bajo de la liga alemana. Con poco más de un millón y medio de euros en fichajes, seis para manejar el club y el estadio más pequeño de toda la primera división, ha conseguido meterse en la élite. Gracias al esfuerzo, al juego y a goles que entraron en su historia y en la de Alemania, como el tanto de Stoppelkamp desde 82 metros , el gol más lejano de la Bundesliga.