Fútbol
Bernat: velocidad, descaro y habilidad
Guardiola se lleva al valencianista, de 21 años, al Bayern como quiso a Jordi Alba para el Barcelona
RAÚL COSÍN
Pep Guardiola se enamoró del carril izquierdo del Valencia. Quería para su Barcelona a Jeremy Mathieu, a quien el club azulgrana sigue intentando que llegue al Camp Nou, y a Jordi Alba. Éste último precisamente firmó por el Barça la temporada que Pep dejó el ... banquillo para tomarse un año sabático. Lo quiso para el Bayern también. Un futbolista con talento, al que con trabajo se le fue readaptando de extremo a lateral. Veloz, habilidoso, con descaro y con una proyección mayúscula. Y en Valencia Juan Bernat (1/3/1993), un joven de la localidad de Burjassot, valencianista de siempre, fue quien sustituyó en el lateral izquierdo de Mestalla a Alba.
¿Qué tipo de futbolista se lleva Guardiola al Bayern? Una figura muy cercana a Jordi Alba. Jugador menudo (1,70 metros), con mucho talento; notable en técnica, pero con progresión; y que fue asumiendo tácticamente ese cambio de extremo a lateral por la izquierda. El valenciano tiene una velocidad endiablada. Descarado. Sin miedos. No suele plegarse ante ningún rival. Jugador de los que mantienen su compromiso. Bernat tiene regate y se adapta a ese juego de posesión propio de los equipos de Guardiola.
Ha ido madurando. Todavía tiene mucho camino por delante. Los vértigos del primer equipo del Valencia, como le sucedió años atrás a Alba, le jugaron alguna mala pasada. No hay que pensarse ser titular sin ganárselo siempre en los entrenamientos. Al final, se convirtió en indisdicutible para el Valencia. Y era una pieza básica. Se va a un Bayern de Munich poderoso, potente, con futbolistas de grandísima magnitud, y tendrá que ganarse el puesto con Alaba. Con continuidad, seguramente acabará pujando con Alba por el lateral de la Selección española.
¿Si la cláusula de rescisión era de veinte millones, por qué el Valencia vende por once? La situación de incertidumbre en cuanto a la venta del club a Peter Lim no ha ayudado a que Bernat siguiese en la que es su casa. Es valencianista de arraigo. Pero el caso es que acababa contrato en junio de 2015 y la negociación para su continuidad estaba muy complicada; casi imposible. Luego se convertía en un verano de venta, de lo contrario se iría finalmente libre. El Valencia ingresa once millones de euros más otro millón sujeto a variables. Además, si no cuaja la venta, esos once millones le vendrían a la entidad valenciana como anillo al dedo.
Bernat: velocidad, descaro y habilidad
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