¿Quién manda en Ferrari? «Unas veces se puede atacar, otras no. Es curioso»

En el fondo de la cuestión subyace la competencia con Charles Leclerc, su compañero y por lo que se aprecia en Italia, el preferido por los aficionados y la prensa local. Sainz lucha contra ese estigma, se niega a ser el piloto número dos de la escudería. Y el asunto se vuelve muy susceptible cuando se trata de analizar las decisiones del equipo respecto a las actuaciones de sus pilotos.

Aunque el propio Carlos Sainz nunca lo dice, tampoco ayer tras el podio en Monza, en el entorno del piloto cunde la sensación de que no siempre se establece una relación de igualdad entre ambos conductores. Lo comentó en el circuito al terminar la carrera Carlos Sainz padre, el campeón mundial de rallies, en Dazn. «No esperaba lo de las últimas vueltas (el ataque de Leclerc a Sainz). Es curioso, unas veces deciden unas cosas, después otras, unas veces se pueden atacar entre ellos, otras no. Me quedo con el resultado, me alegro que haya sido así, sin órdenes, porque es un resultado merecido (para Carlos)».

Su hijo esquiva la polémica con ese talante tan flemático que utiliza para moverse en la F1. «Nos dijeron que corriésemos con cuidado en esa parte de la carrera, y tanto Charles como yo queríamos el podio. Ha sido una batalla dura y bonita y es un placer pelear con gente como Max, Checo o Charles».

Leclerc tampoco activó ningún detonante. «Hemos podido luchar por el podio y ha sido muy divertido. Hacía tiempo que no me divertía tanto. Tenía ganas en las últimas vueltas».

Fred Vasseur, el director general de Ferrari, terció en la cuestión sin tomar partido: «Hemos dicho que no se iban a intercambiar posición y ellos tenían la responsabilidad y dijimos que sin riesgo. Acordamos que no había un número 1 y 2 en el Mundial salvo que alguno de los dos tuviera mucha ventaja muy pronto, y lo vamos a mantener hasta el final de temporada».

La mejor noticia para Fernando Alonso en un Gran Premio de Italia contrario a las características técnicas del Aston Martin fue la afirmación de uno de los jefes de su equipo, Tom McCullough, responsable de rendimiento. «Tenemos esperanzas en Singapur y también tendremos mejoras».

Alonso concluyó noveno (dos puntos) después de una carrera en zona de nadie, como se temían en los pronósticos de Aston Martin. «Ha sido una de las carreras más difíciles por el desgaste físico. El coche era difícil de conducir y no teníamos agarre. En las situaciones adversas hay que sumar puntos y eso hicimos».

Aston Martin ha caído en Monza a la cuarta posición del Mundial de marcas (217 puntos), por detrás de Ferrari, Mercedes y Red Bull. Son menos millones de euros en el reparto de derechos televisivos para la próxima temporada.

«Los rivales cambian según el circuito. En Zandvoort fue Alpine, aquí ha sido Ferrari, antes McLaren. A ver si podemos recuperar terreno en Singapur». La pista asiática, lenta y llena de curvas, es la próxima esperanza del español y su equipo.