Fiasco de McLaren y Alonso: «Ojalá pudiera empujar»

Los síntomas de lo que sucede en la F1 se plasman en caliente, en esas emisiones de radio en las que los pilotos sueltan lo primero que les viene a la cabeza, sin pensar en consecuencias, sin el filtro de los asesores de prensa. Le comentó el ingeniero de turno a Alonso que empujase ahora, con neumáticos nuevos, hacia la mitad de la carrera. Y el español, que tiene toda la experiencia pero el afán del novato por ganar, contestó súbito: «Ojalá pudiera (empujar más)».

Los pilotos conducen lo que des dan. Hamilton, un Mercedes supersónico. Y Alonso, un McLaren insípido . Salió muy atrás el español porque clasificó decimoquinto y ahí se quedó, en tierra de nadie, pese a que las cámaras lo buscaron por la publicidad necesaria de Honda en Japón.

Fue un resultado muy poco alentador para Alonso, ya que se presuponía que el nuevo motor Honda proporcionaría más alegría a ese coche, pero no fue así. Otro agujero negro .

«Hemos ido demasiados lentos durante todo el fin de semana, nos faltó velocidad. No es fácil de explicar que hace cinco días estuviésemos séptimos en Malasia y una semana después vayamos detrás de los Sauber. Decepcionado porque ha sucedido en casa de Honda. Estabamos bien, haciendo buenas carreras, séptimos, novenos, etc. Esperemos que esto sea una excepción y no una norma», resumió Fernando Alonso.