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Fórmula 1 - GP España

Lote completo para Verstappen; gran remontada de Alonso

Cuarta victoria del holandés, liderato del Mundial y doblete con Checo Pérez. Alonso, del último al noveno. Sainz cuarto

Max Verstappen, llegando a meta AFP
José Carlos Carabias

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Red Bull se marcha de Barcelona con el lote completo, pulsera todo incluido en un domingo redondo para sus intereses. La cuarta victoria de Max Verstappen , que gana siempre que acaba las carreras, el liderato del holandés al aprovechar el primer descalabro del Ferrari (Leclerc retirado al quedarse sin potencia) y doblete con Checo Pérez, inteligente el mexicano al dejar pasar a su compañero y líder. Un mal día para Ferrari, Sainz cuarto lejos de la opción de triunfo. Y magnífico para Mercedes, que regresa con pujanza, Russell tercero y Hamilton quinto. Y estupenda la remontada de Fernando Alonso, que salió el último y llegó hasta la novena plaza después de una pésima parada en boxes que le impidió auparse aún más.

Acostumbrado el personal al anodino curso de los acontecimientos año a año en el circuito de Montmeló, el calor o el azar regalan una carrera muy entretenida, de recorrido inesperado, ajena a la estadística rotunda según la cual 23 de los 31 propietarios de la pole ganan esta prueba porque es imposible adelantar.

Barcelona propone esta vez una montaña rusa de emociones, que empieza con una salida pobre de Carlos Sainz y un accidente entre Hamilton y Magnussen provocado por un exceso de optimismo del danés. Sainz arranca mal, se clava en la salida, lo pasan los lobos y en la feria de posibilidades que se abre, Magnussen se engancha y arruina el día a Hamilton, que se va al último puesto y reclama con sutileza la retirada. «Yo salvaría este motor» , indica a sus ingenieros.

Pasan tantas cosas que el gran premio luce tintes impredecibles, lo nunca visto en Barcelona. Sainz se sale de pista en un trompo que le complica la vida, tal vez nervioso el español por un inicio débil. A Fernando Alonso, que salía último, se le esfuman las penas del año con un inicio excitante. Es decimocuarto en la vuelta seis, con el viento a favor, un motor que corre y un piloto que quiere más.

También se sale Verstappen, error impropio que le relega al pelotón medio y dibuja un panorama en teoría idílico para el líder del Mundial, Charles Leclerc. En vez del tedio, hay noticias. Ferrari vive el primer contratiempo serio del año, «no power» clama el monegasco, que abandona cuando mandaba en cómoda situación de control.

Asoma un paisaje de disputa entre Russell y Verstappen, sensacional la lucha entre ambos, ejemplar la defensa del británico de Mercedes, que aprovecha la desesperación del neerlandés, a quien no le funciona el DRS para adelantar en la recta.

Ingredientes no faltan. La grada vibra con Alonso , cuya solidez en carrera y la velocidad del Alpine le elevan a la décima posición, puntos para el español al que se le abría un horizonte muy negro desde la última plaza de la parrilla. Alonso lo borda durante muchas vueltas, quedan atrás Schumacher, Ricciardo, Zhou, Gasly, Stroll, Vettel, Latifi, Albon... Una lucha encarnizada para sumar un par de puntos.

Cuando la carrera se serena después del frenesí inicial, el asunto se dirime en un desenlace falso que tiene que ver con la esencia de la Fórmula 1, según la cual siempre hubo y habrá un piloto número uno y un número dos en los equipos. Permanecen al frente los dos Red Bull, Checo Pérez en cabeza y Verstappen , el líder de los energéticos, detrás. Sobran las palabras porque el sobreentendido dice que Verstappen debe pasar. «Es injusto, pero lo haré», suelta elegante por radio Checo. «Gracias, tío», le responde el actual campeón cuando le adelanta sin oposición.

La remontada de Hamilton es colosal, después de pedir que retirasen su coche. Mercedes ha progresado y cabe esperar que continúe su escalada en las carreras europeas, piezas nuevas en las fábricas, mejoría del motor, en fin el poder de la industria. George Russell sube al podio de nuevo. Hamilton se da el gusto de superar a Ferrari, el 55 de Sainz, pero se queda sin gasolina como para apretar hasta el final y el español le devuelve el golpe. Recupera el cuarto puesto y así hasta el final.

Alonso termina noveno, una de sus mejores carreras del año que se traduce en dos puntos, premio al fin y al cabo aunque no es el objetivo por el que el asturiano regresó a la F1.

Vence Verstappen, extraordinario el piloto , el equipo, el coche y, sobre todo, Checo Pérez, cuya elocuencia queda patente en el tono bajo con el que asume su segundo puesto. «Ya hablamos después», dice el mexicano. «¡¡Qué gran compañero es Checo!!», se obliga a comentar el holandés.

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